Las Tunas:- Nada le da más placer a Grisel Lorenzo González que ver el resultado de la obra pensada. Apreciar la concreción de tantos desvelos y la utilidad de una profesión a la que ha dedicado su existencia, le hace feliz. Más de tres décadas de trabajo en el sector de Recursos Hidráulicos se dice fácil, pero implica mucha entrega para esta mujer.
‟Desde que comencé a estudiar la carrera me enamoré de ella. Trabajar aquí ha sido mi vida y si fuera a otro lugar no le encontraría la importancia que le encuentro a esta labor. Me gusta y es una gran satisfacción la que una siente cuando ve que la población está bien servida y el aporte que podemos dar también a la agricultura, la industria, al turismo y, en fin, servir al desarrollo de la sociedad”.
Cuando mira atrás en el tiempo, Grisel confirma que a la altura de la juventud temprana escogió bien su camino. La ruta trazada en aquellos años mozos ha rendido frutos en bien de su provincia y otros territorios de la nación.
‟Al terminar la Enseñanza Media me inclinaba por Arquitectura, pero la carrera no llegó. Profundicé en cuál era el campo de acción de cada especialidad y al analizar la hidráulica me interesó mucho, porque me di cuenta de que era muy importante para la subsistencia del ser humano, pues sin el agua no podemos vivir. Si la estudiaba iba a aportar un granito al desarrollo del país, pensé entonces”.
Luego llegarían los estudios en Azerbaiyán cuando este pueblo integraba la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Allí experimentó, de primera mano, las diferencias culturales y las miradas de desaprobación hacia las cubanas, para quienes, por ejemplo, el pantalón era una prenda más de vestir, modo de actuación que no se correspondía con los estándares de aquella sociedad. Ahora recuerda esos años con cariño y como una etapa de fecunda formación.
Tras el inicio del andar profesional ha vivido con intensidad y mucho quehacer. Grisel es de los trabajadores que dan testimonio no solo de su devenir sino de la evolución de un instituto que desde agosto de 1962 es resumen de la visión y la estrategia cubana en pos de situar este recurso al alcance de cada habitante.
Jefa del Departamento de Proyectos, especialista de Obras, directora técnica de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico y actualmente directora técnica de la Delegación de esa rama, Lorenzo González ha soñado con el desarrollo de su sector y ha plasmado esas ideas en proyectos, algunos no han visto la luz, otros son parte de sus actuales labores.
‟La ciudad de Las Tunas, por medio de un crédito, ha podido restablecer y construir nuevas redes hidráulicas, lo cual respalda el ahorro del agua y la eficiencia del servicio. Hemos trabajado en varias conductoras de la ciudad, en la principal de la presa a la planta potabilizadora y de esta hacia el depósito. En estos momentos se encuentra en fase de proyecto, mediante una inversión, la reparación del tanque de apoyo de la urbe.
"Se construyó la planta potabilizadora de Bartle que actualmente ya funciona, una conductora que desde El Cerro abastece al municipio de Manatí y trabajan en otra en Puerto Padre. Además, laboramos en una potabilizadora en 'Jesús Menéndez', que también beneficiará al poblado de Delicias, y en una desalinizadora en el asentamiento El 12, de Jobabo”.
Hoy, confirma que las mujeres lideran en las ingenierías. La idea de que somos menos en esta rama se aleja, cada vez más, de la realidad.
‟En la provincia somos unas cuantas ingenieras hidráulicas. Es erróneo pensar que no hay muchas en esta área, sí somos unas cuantas. Las que conozco todas sienten mucho amor por su trabajo. En Las Tunas, se demuestra la integralidad de la mujer, por ejemplo, aquí nos dirige una delegada y también es una fémina la directora de la UEB de Acueducto y Alcantarillado y la jefa del Departamento de Proyectos.
‟En otras provincias varias desempeñan estos cargos. Tengo colegas directoras técnicas en Cienfuegos, Guantánamo y Matanzas; mientras en Santiago, Guantánamo y Villa Clara hay delegadas frente al Instituto de Recursos Hidráulicos (INRH). Por tanto, damos gran aporte a la hidráulica en el país”.
Los empeños de Grisel Lorenzo González tienen un fin supremo: contribuir a que un recurso indispensable como el agua llegue a quien lo necesite y lograr una cultura de uso eficiente y racional. Nobles ideas que durante 58 años han impulsado los trabajadores del gremio, sabedores de que es esta una garantía de futuro.
‟En nuestra profesión una se da cuenta de la gran importancia que tiene el agua para la subsistencia de animales, plantas y los seres humanos”, resume con sencillez quien trabaja con el empeño de ser útil, para los tuneros de hoy y del mañana.