Las Tunas.- Identificar las vulnerabilidades ante la sequía de los sistemas alimentarios locales resulta uno de los desafíos de la provincia de Las Tunas en el propósito de seguir avanzando en la implementación del Plan de Estado para el enfrentamiento al Cambio Climático, Tarea Vida.
Tras ser la sede de las actividades centrales en Cuba por el Día Mundial del Medio Ambiente, esta provincia oriental se enfoca en atender los retos que aún señalan el camino para mejorar la gestión medioambiental en el territorio, significó la delegada del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en la provincia, Gisela Valentina Olano Felipe.
Hay que seguir convocando y aunando esfuerzos para mejorar la calidad ambiental en Las Tunas, a pesar de las condiciones complejas que poseen muchos de los ecosistemas y los efectos concretos del cambio climático en esta región, de ahí que se necesita socializar las acciones de adaptación a este fenómeno e incrementar la resiliencia de los asentamientos humanos, puntualizó la directiva.
Olano Felipe se refirió a la importancia de aplicar con rigor la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente, puesta en vigor en el mes de marzo, en aras de regular las acciones que acomete el Estado, la ciudadanía y la sociedad, y así actuar de manera coherente ante las demandas del sistema.
Además, Las Tunas necesita una mayor integración de la ciencia y la innovación ante la necesidad de restaurar los ecosistemas para frenar los procesos de degradación de las tierras y recuperar las capacidades de respuesta ante eventos de sequía, enfatizó.
El cumplimiento de las 70 acciones previstas en Las Tunas en respuesta a la Tarea Vida, como estrategia nacional para hacer frente a los efectos del cambio climático, no significa que todo está hecho, sino que vislumbra una nueva etapa de trabajo con mayor énfasis en la soberanía alimentaria, la protección del medio ambiente y la resiliencia de las comunidades más afectadas.