Las Tunas.- La bancarización en la provincia requiere de mayor control y exigencia por parte de los responsables de su desarrollo, porque, aun cuando se ha trabajado, el avance es lento.
En el análisis realizado este jueves en el Buró Provincial del Partido, quedó claro que las indisciplinas y el descontrol son las causas principales del problema. Resulta preciso que las estructuras creadas para llevar adelante el proceso funcionen y se adopten las medidas con quienes incumplen lo establecido.
No son pocos los establecimientos privados y algunos estatales que no tienen las pasarelas de pago electrónico, lo que impide a los clientes hacer uso del dinero en tarjetas, y los coloca en una situación muy difícil por la carencia de efectivo en los bancos y cajeros automáticos.
Asimismo, son muy bajos los montos de dinero en efectivo que ingresan a las instituciones bancarias las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que, de manera general, no operan con canales electrónicos. Se tiende a la utilización de cuentas personales para el pago, mientras a las fiscales apenas les dan uso o están vacías, y abunda la no aceptación de billetes de baja denominación por parte de actores económicos no estatales.
La directora del Banco Popular de Ahorro en Las Tunas, Nidia Rodríguez Vega, aseguró que un gran porciento de los dilemas tiene como base la falta de capacitación sobre la política de las autoridades con protagonismo en esta dinámica y la pobre divulgación del proceso por parte de todas las entidades, empresas y organismos.
Una de las deficiencias puntuales es que el tema no se evalúa en las organizaciones de base del Partido, y cuando lo analizan en otras estructuras no se hace con la profundidad requerida.
El primer secretario del Comité Provincial del Partido, Walter Simón Noris, indicó encaminar el trabajo con rigor en pos de avanzar en un universo vital para el progreso del país, pues condiciones, inteligencia y experiencia hay para revertir el panorama, a partir de análisis más integrales en los diferentes grupos creados, con el papel que le corresponde a cada institución.
Explicó que es esencial que las diferentes estructuras en cada entidad aumenten la divulgación al respecto, y exijan para que se cumplan los parámetros acordados. Precisó que hay que revisar al detalle lo que acontece en el sector no estatal.
Para superar las dificultades que afectan la bancarización en la provincia, se concordó, es necesario, en primer lugar, eliminar las deficiencias presentadas en todas las actividades comerciales.
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El comprador se adentró en uno de los establecimientos privados más concurridos de la capital provincial y encontró junto al mostrador la imagen del código QR correspondiente al pago en línea. Las sorpresas continuaron cuando la transacción fue bastante rápida para los estándares habituales en estos lares, y más tratándose de un sitio en el cual hasta hace poco el efectivo reinaba sin oposición en las operaciones de compra-venta. Sin embargo, esta experiencia continúa siendo la excepción, pasados los días tras la puesta en vigor de las resoluciones 111/2023 del Banco Central de Cuba (BCC) y 93 del Ministerio de Comercio Interior (Mincin); mientras es evidente que hacerlas cumplir también pasa por acelerar los trámites requeridos.
