Las Tunas.- El béisbol en diversas ocasiones encuentra punto de quiebre en los pequeños, de ahí que muchos recuerden el error avileño en el primer inning que pudo significar un cero rotundo o la designación a última hora de Rubén Rodríguez como abridor; pero lo cierto es que el hecho más llamativo recayó en la disposición mental de los Leñadores, quienes se reencontraron a ellos mismos, para vencer en el séptimo juego a los Tigres con marcador de ocho carreras por dos.
En una noche de cordura y coraje, Rubén Rodríguez brilló sobre el box para esquivar la ferocidad de los avileños, mediante envíos en la zona gris del strike. Sin temor a caer en la especulación, antes de las 6:30 de la tarde de este sábado, Rodríguez figuraba como elección de algunos pocos; sin embargo, el holguinero dio el paso al frente y solventó cinco entradas de dos anotaciones, nueve hits y par de ponches.
Para suerte de los parciales tuneros, la ofensiva retomó sus hábitos e hicieron mella del árbol caído tan pronto como el episodio de apertura. Lo que pudo ser un doble play con demasiada carga psicológica concluyó en una seguidilla de seis “hachazos” y la explosión de Ediel Ponce. Con los ánimos en calma de seguro ciertos atrevidos cuestionarán la decisión de Danny Miranda al apostar por el novato por encima de la experiencia de Dachel Duquesne, quien se encaramó al montículo en rol de relevista y toleró dos “rayitas” más en 6,1 capítulos. Desde la confidencialidad del dogout, Miranda dispuso de sus piezas en aras de dar el último zarpazo, en tanto, el accionar en el terreno deparó un destino muy diferente.
El jonrón 100 en series nacionales para Yordanis Alarcón no podía esperar a otra jornada, sobre todo para alguien quien ha sido puntal para una artillería plagada de buenos exponentes con el madero. El mayor de los hermanos Alarcón rememoró el impulso de antaño al darle la vuelta al cuadro, movido por los disímiles sentimientos de una trayectoria deportiva digna de ser reconocida más allá de los límites provinciales. Asimismo, Yosvani tampoco podía ausentarse a la cita verdirroja y desapareció la teammate por el jardín derecho para tener en su swing la palabra póstuma.
De vuelta a la rutina de postemporada, Keniel Ferraz encarriló tres actos con apenas dos incogibles e igual número de pelotazos, además de una base por bolas. Keniel impuso un freno para los visitantes y dejó el escenario servido para que Alberto Pablo Civil se hiciera cargo de la sentencia. El bullpen de los campeones defensores mantiene el estandarte de escudo para un equipo con un sello particular: batear, batear y batear.
Los representantes del Balcón de Oriente aún deben esperar para conocer los contrincantes de la etapa semifinal, donde podrían enfrentar a Industriales o Granma. En cualquiera de los casos, la tropa de Abeysi Pantoja necesita estabilizar la productividad desde el “pentágono” y la armonía sobre la grama para conservar los resultados positivos.
Un dato para los apegados a las cábalas, en los anteriores cruces de Las Tunas con Ciego de Ávila, la novena vencedora alzó la corona. ¿Será? El diamante, con sus secretos y caprichos, dictará el hilo de los acontecimientos.