Sancti Spíritus.- Los Leñadores de Las Tunas Sub-23 como visitantes completaron este domingo la barrida de tres partidos sobre los Gallos de Sancti Spíritus; este resultado se combinó con la segunda derrota de Camagüey ante Ciego de Ávila para colocarlos en lo más alto de su grupo clasificatorio C, con foja de nueve victorias y seis fracasos.
Esta vez el éxito fue 9x3, en un encuentro decidido con un racimo de seis anotaciones en entradas extras; con destaque para Félix González, que llevó la pelota más allá de las bardas con un compañero en circulación; mientras que Alexander Benítez trajo dos a la registradora con su biangular. Simultáneamente, los avileños, ya sin opciones de clasificar, de nuevo le hicieron la gracia a los camagüeyanos al derrotarlos 6x1, haciéndolos caer al segundo puesto del grupo, igualados con los de la Ciudad del Espíritu Santo.
Los dirigidos por Osmany Urrutia llegaron al “José Antonio Huelga” espirituano, conscientes de que necesitaban de al menos dos éxitos para mantenerse en la puja por el liderato de su llave. La víspera le cantaron "Feliz cumpleaños" a su mánager haciendo los deberes, pues se impusieron por partida doble sobre los Gallos. Primero vencieron 2-1, con excelente trabajo de Leandro Cañada que caminó toda a ruta; y luego ganaron 5-3, gracias a las dos impulsadas de Yor Alarcón (de 3-1) y un hermético relevo de Darbys Leiva, que tiró 3,2 entradas para acreditarse la victoria.
La cuadrilla verdirroja Sub-23 ha completado así su segunda barrida consecutiva, pues ya habían despachado a los Tigres en los tres encuentros que celebraron en el estadio Julio Antonio Mella.
Así las cosas, Las Tunas, para asegurarse permanecer al frente de su grupo y avanzar a las semifinales, necesita imponerse al menos en dos ocasiones en la próxima y última subserie que jugarán ante Camagüey aquí en el "Mella" a mediados de semana. Aunque no les vendría mal que los avileños se les atraviesen en el camino de los espirituanos en alguno de los tres encuentros que celebrarán ambos. Cualquier resultado peor obligaría a “sacar las calculadoras” y dirimir la posición definitiva de los equipos teniendo en cuenta varios criterios como los resultados de las series particulares, entre otros.