Las Tunas.- El 16 de este mes comienza el curso en la Educación Superior y, para quienes inician el primer año de las distintas especialidades, es un paso significativo, un salto hacia la adultez, donde la responsabilidad individual cobra mayor peso.
Avanzan hacia un mundo nuevo, diferente, con más matices y colores, con otros profesores y compañeros. La Universidad es un crisol repleto de mezclas con sueños, ambiciones, posibilidades y conocimiento; el lugar donde puedes llegar a ser doctor, maestro, veterinario, ingeniero, astronauta o el periodista que soñabas ser de niño.
El cambio, inevitable e inminente, provoca un cúmulo de emociones: la expectativa por la aventura que comienza, la nostalgia por los años de Bachillerato y los amigos que quedan atrás, la incertidumbre ante lo desconocido y la anticipación por la construcción de una carrera profesional.
Marca el comienzo de una etapa que vuelve el futuro más tangible y que exige compromiso. Un camino lleno de retos que no son solo académicos, también implican la adaptación a un nuevo ritmo de vida, la búsqueda de un espacio propio dentro de una comunidad diversa y el nacimiento de nuevas relaciones.
En algunos casos implica alejarse de la casa, la familia y las comodidades durante un tiempo, y a la vez, dar paso a la independencia. Pero, a pesar de los posibles momentos de dudas y añoranza, dicen los que saben que las amistades creadas allí son especiales, entre otras cosas, porque muchas comparten los mismos sueños y aspiraciones.
Solo queda por decir que todo sacrificio vale la pena. La "uni" es un refugio de inolvidables vivencias, risas y dedicación. Es el sitio correcto para crecer como persona y superarse profesionalmente. ¡Anímate!