Las Tunas.- "Pensábamos que Ingrávido de todo era un recital entre amigos, pero como siempre Jesús Ricardo Pérez Cecilia nos sorprende", atestiguó el perfil de Facebook de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia. Ciertamente el cantautor, también vicepresidente de la organización aquí, regaló una agradable velada a los presentes la noche de este viernes en la Plaza Martiana.
Además de sus hermosas letras y acordes, la cita fue aderezada por las actuaciones de invitados de diversas manifestaciones del arte. Por el Balcón de Oriente se sumaron la pianista Katherine Segura Pupo, la flautista Dainacet Fernández Alba, el escritor Argel Fernández Granado, la bailarina Lía Lorena García y el actor Frank Herrera. Mientras, de otras provincias, le acompañaron el trovador manzanillero Axel Milanés y la pintora camagüeyana Leidy Laura Fernández, cuyas obras Enigma y Autorretrato embellecieron el escenario.
En el transcurso de la presentación, Jesús no solo nos acercó a temas suyos como Camila, Complicidad, Pedazo de lluvia y Horizontes blancos, también (solo o acompañado) regaló canciones de otros autores cual Reclamo místico, del Trío Matamoros; Caridad, de Roly Berrío; Lo feo, de Teresita Fernández; La vida es una moneda, de Fito Páez; No ha sido fácil, de Pablo Milanés; Mariko-San, de Silvio Rodríguez; Longina, de Manuel Corona; entre otras.
"Este recital fue algo sencillo, pero con mucho corazón", expresó el artífice de la iniciativa, sin dejar de agradecer a todos los que hicieron realidad ese sueño, devenido en apertura oficial de las actividades veraniegas de la AHS en Las Tunas. Para el público no resultó menos significativo; así resumió su sentir la locutora Ana Ibis González Fonseca: "Fue tu aliento fresco de siempre, rodeado de buen arte de piano, flauta, danza, teatro, poesía, artes plásticas y trova de todos los tiempos...".
Más allá de excelentes propuestas, este recital fue un llamado a la alegría, la amistad, la defensa del patriotismo martiano y el amor, en toda su dimensión. No en balde Jesús enfatizaba, a lo largo del espacio, en frases o fragmentos de obras con matices didácticos y, a la vez, de mucho lirismo. Jorge Luis Borges decía: "He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz". Ante lo cual, Pérez Cecilia sugirió: "No cometan el mismo error que Borges". Y por eso allí, en la plaza que honra eternamente al Apóstol, entre las plantas de tunas y las palmas reales, fuimos un poco más felices, ingrávidos de todo.
