El bienestar de los animales por la garantía de agua, comida y sombra se evidencia en su buen estado físico.
Las Tunas.- Durante el primer semestre del año 2023, la desnutrición se mantuvo entre las principales causas de muerte del ganado vacuno en la provincia de Las Tunas y eso muestra cuánto falta por hacer para garantizar la alimentación de esos animales, sobre todo gestantes y terneros.
En fecha tan lejana como mayo del 2021, en un encuentro con productores, especialistas y dirigentes del sector agropecuario, se dijo que el territorio tunero podía ser de los primeros de Cuba en garantizar la nutrición de la masa con recursos propios.
Pero, más de dos años después, todavía hay que lamentar la pérdida de ejemplares porque existe poca previsión para cumplir los requerimientos de las reses en la etapa de mayor sequía, cuando en los potreros escasean los pastos naturales.
Fomento de un área para el silvopastoreo de ganado vacuno en la cooperativa de producción agropecuaria Calixto Sarduy.
Ese no es un fenómeno nuevo; sin embargo, en algunos productores individuales y en varias formas estatales la llegada de las lluvias y el reverdecer de la hierba hacen olvidar las angustias de los meses más críticos, cuando dar de comer y beber es un problema.
Afortunadamente la mentalidad se va transformando, aunque a pasos lentos y se necesita más rapidez. Parte de lo que se ha logrado en los ocho municipios tuneros se debe al impulso del Comité Provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
Su presidente, Roberto Medrano Ledesma, consideró que, a partir de la situación climatológica que caracteriza a esta zona, se ha demostrado el impacto favorable de la siembra de pastos y forrajes en el desarrollo ganadero, sobre todo en la producción de leche.
Dijo que en todos los municipios hay unidades con resultados notables en el incremento del promedio de leche por vaca y que quedan muchas reservas, las que podrían dar mejores resultados productivos y económicos a las unidades y a los cooperativistas.
Como ejemplo mencionó a la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) Calixto Sarduy Arcia, de Becerra, en el municipio de Las Tunas, cuyos terrenos son de muy mala calidad. No obstante, poseen un ganado en excelentes condiciones físicas, con buenos rendimientos de leche y carne.
Eso satisface a Reydenis González Céspedes, presidente de la unidad productora, quien explicó que tienen tres áreas de silvopastoreo, con tres cuartones cada una y una asociación de leucaena y pasto mulato, lo que ha dado buenos resultados hasta el momento.
"Los efectos del silvopastoreo son evidentes y más en el caso de la vaquería Orive, en la que se registran muy buenos resultados. En ella el ganado está gordo y sano y es por la atención que se les da, pues las áreas libres de esas plantas proteicas y forrajeras están en mal estado.
"Aquí hace más de dos meses que no llueve y los campos están casi pelados. Para garantizar la comida y el bienestar de los animales tenemos guásima y algarroba del país, las que aportan semillas, sombra y hojas que el ganado consume.
"También contamos con otro tipo de alimentación. Tenemos pangola, pasto estrella y plantas proteicas como moringa, morera, tithonia, cratylia y nacedero. Ahora consolidamos esos cultivos para la producción intensiva de bloques multinutricionales.
"Gracias al Proyecto de Apoyo a la Intercooperación Agropecuaria (Apocoop) recibimos una tecnología que favorece la alimentación de los animales, con máquinas forrajeras y trituradoras, además de un molino de viento que permitirá la extracción de agua de las fuentes subterráneas".
La experiencia de esta cooperativa debe multiplicarse de modo que se garantice la vitalidad del ganado en el período seco, con un adecuado balance proteico en su nutrición, sin piensos importados y sí a partir de lo que se siembre y coseche en cada entidad.
