Richard Daniel Adrián Baños presidente ubpc charco piedra amancio3

Las Tunas.- Charco Piedra es un poblado del municipio de Amancio, situado a unos 13 kilómetros de la cabecera municipal, cuya base estructural se conformó por inmigrantes que llegaron como fuerza de trabajo, procedentes fundamentalmente de Haití y Jamaica, para laborar como braceros en el entonces central Francisco, en la segunda década del siglo XX.

Así comenzó su desarrollo como comunidad campesina que hoy cuenta con poco más de 570 habitantes, gente buena y trabajadora, con una unidad básica de producción cooperativa (UBPC) que una vez iba a ser disuelta por sus pésimos indicadores económicos.

A la cooperativa, nombrada Rubén Martínez Agún, le faltaba una junta directiva que guiara al colectivo, todos estaban muy preocupados por la posible desaparición de esa entidad. Para regocijo de muchos, la suerte comenzó a cambiar cuando hace unos tres años llegó el joven Richard Daniel Adrián Baños, quien después de laborar allí como jefe de lote, se había ido a cumplir con el Servicio Militar Activo y luego se desempeñó en otra UBPC.

“Lo primero que nos propusimos fue mejorar la Unidad, rescatar los módulos pecuarios, la siembra de alimentos y estrechar los vínculos con el barrio; restaurar el círculo social, pintar el consultorio de la familia, la escuela y la panadería. 

“A los pobladores del barrio les damos el mismo tratamiento que a los cooperativistas. Les prestamos cualquier servicio, les vendemos alimentos, atendemos el Círculo Social y a las personas vulnerables que desayunan y almuerzan allí; además, tenemos una guarapera con ventas que diariamente superan los dos mil pesos.

"Hoy la comunidad toda es nuestra responsabilidad y por eso allí logramos lo que nos propongamos. Cualquier problema lo sentimos nuestro y lo resolvemos, buscamos los recursos materiales para la reparación de las viviendas y de tanto hacer nos hemos convertido en una gran familia”.

La UBPC cuenta con 64 trabajadores y mil 500 hectáreas, de ellas mil 200 dedicadas a la agricultura cañera y el resto a la ganadería y los cultivos varios. Este enclave nunca ha dejado de ingresar dinero ni de pagarles a los obreros, pues siempre hay trabajo.

“La cooperativa tuvo muchos tropiezos con el daño animal, pero eso se acabó, ahora exigimos con rigor y aplicamos el decreto-ley con quienes no cuidan sus animales. Antes, discutimos amablemente con ellos, les hacemos conciencia para que atiendan sus reses y por eso no hay hurto y sacrificio de ganado mayor ni robos de otro tipo. Ser exigente no quiere decir maltratar a nadie, por el contrario".

Richard es un líder en Charco Piedra. A pesar de que solo tiene 27 años de edad, la gente lo admira y respeta, confía en él ante cualquier situación y eso lo hace muy feliz. Estudia el segundo año de Agronomía en la Universidad de Las Tunas, y junto a su esposa y sus dos niños tiene una vida plena en el mismo lugar que lo vio nacer, con los primeros gritos de la aurora.

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