veterinaria

Las Tunas - "A ver Joaquín, ahora le apliqué hidratación. En la tarde comience a incorporarle alimentos, puede ser un yogurt natural o un purecito como para un niño pequeño, de cualquier vianda, excepto yuca o papa; y trate de agregar proteína. No debe ser pescado ni jamonada…".


La doctora Dayamí Verdecia Almaguer imparte instrucciones para el cuidado del paciente. Es la segunda vez que este caso en particular llega hasta su consulta en la clínica veterinaria central Ascanio Díaz. La especialista se toma su labor muy en serio: revisa, indaga, aconseja, prescribe, aplica procederes… Así ha sido su vida desde que se graduó hace 24 años atrás en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias en la provincia de Granma.

mascota"La población ahora tiene una mayor cultura en el cuidado, manejo y protección de sus mascotas", comenta mientras la consulta se llena de perritos de diversas razas y nuestro diálogo se posterga.

"Conversamos con el propietario porque el animalito no habla. De manera que comenzamos a hacerle preguntas: qué edad tiene el ejemplar, los días que lleva enfermo, si ha notado que tenga fiebre, con qué frecuencia orina o defeca, qué fue lo último que comió…todos los síntomas. Generalmente llegan hasta aquí por problemas relacionados con procesos digestivos u otras enfermedades derivadas de diferentes vectores como la garrapata".

"Todo el que tenga una mascota en casa tiene que darle seguimiento, de ahí depende la salud del animal y la familia", subraya esta mujer que heredó de su padre, más que el oficio, el amor por los animales.

"Siempre quise ser veterinaria. Desde pequeña he amado a los animales, en especial los gatos. Entonces ayudaba y siempre acompañaba a mi padre, también médico veterinario, a las consultas. Eso sembró esa semilla en mí y hoy te digo que los adoro, en especial a los afectivos".

Con cierta picardía, señala Dayamí que "soplar no es tocar la flauta" y fue necesario mucho estudio para unir al talento natural y la elección voluntariosa, el conocimiento salvador. De tal manera debió estudiar diagnóstico clínico, "porque como todos sabemos el animal no habla de manera que se trabaja en base a los síntomas; también Farmacología, porque es la disciplina que nos ayuda a especificar el tipo de medicamento por emplear en determinado momento y la dosis, que varía mucho de acuerdo con el peso y la edad. Incluso, hay muchos fármacos que se pueden utilizar en una especie y en otras no. Asimismo, estudiamos lo relacionado con la nutrición, su desarrollo y muchísimos otros aspectos".

Esos saberes se consolidaron e incrementaron durante los 11 años que trabajó en la Empresa de Laboratorios Farmacéuticos, Labiofam, como especialista de medicamentos. Esa etapa, dice, le dejó la satisfacción de ayudar a la salud de diversas especies desde otro frente insustituible en la vigilancia epizootiológica.

Asimismo, la doctora Dayamí Verdecia aprecia con satisfacción el creciente interés de la población por una Ley de Bienestar Animal, y la posibilidad de su definitiva concreción en el país.

"Todo veterinario o persona amante de los animales ve como algo muy positivo el que existan leyes para la protección de estos. Ellos sienten, nos acompañan, son fieles y, sin embargo, a veces no reciben gratitud de sus propietarios. Muchos los aman y los ven como parte de su vida, pero otros, en cambio, los maltratan.

"Es una luz que nuestra sociedad se esté preocupando por tener algo legislado para el resguardo de todos los animales, porque todos merecen respeto. Debemos amarlos y cuidarlos".

De manos de esa convicción predicada a diario por Dayamí Verdecia Almaguer en la consulta de la "Ascanio Díaz", finaliza el diálogo con esta tunera, cuya palabra y obra constituyen una exhortación a cuidar, querer y proteger esos seres sensibles que experimentan dolor y placer. Para ella, como para muchos, velar por el bienestar de los animales es una verdadera prueba de nuestra humanidad.

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