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Las Tunas.- A seis décadas de su fundación, acontecida el 30 de diciembre de 1960, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) inscribe su nombre por derecho propio entre los factores claves que han permitido consolidar el movimiento de solidaridad con la Revolución Cubana. En esta provincia, la huella de esa institución data del 17 de marzo de 1977; sin embargo, eso no le resta ni un ápice a su protagonismo extendiendo su abrazo a los amigos del mundo.


En los momentos iniciales de su creación en el Balcón de Oriente, esa instancia se centraba en la atención a los colaboradores del antiguo campo socialista, que trabajaron fundamentalmente en las inversiones industriales del territorio; y en el apoyo a los exiliados uruguayos y chilenos que encontraron refugio en suelo tunero. Las últimas tres décadas se han vivido al ritmo de estrechar los nexos con quienes más allá de fronteras defienden la valía del proyecto social antillano.

En este punto, Las Tunas cosecha méritos propios, en primer lugar, con una de las experiencias más exitosas de hermanamiento, en su caso con la región italiana de Lombardía. “En estos 23 años, ese vínculo ha permitido el respaldo constante a Cuba, divulgando la obra de la Revolución y defendiendo nuestra verdad”, comenta la delegada del ICAP, María Romero.

Ese enlace, precisa, se ha transparentado con “la contribución financiera y material para más de 200 donativos puntuales, que han ayudado a la solución de necesidades existentes en el orden social y económico”. Aunque ella concuerda en que quizás su huella más relevante sea el intercambio cultural y la camaradería surgida entre tuneros e italianos, siempre desde el respeto mutuo y la coincidencia en la lucha por un mundo mejor y más justo.

Otro punto relevante, añade, es lo hecho por la Asociación de Amistad Finlandia-Cuba, cuyos integrantes no solo han laborado en diversos centros de Salud, sino que son lazos de compañerismo y solidaridad que han disminuido las distancias geográficas entre la nación nórdica y este espacio caribeño.

En total, en los últimos años ha sido palpable la presencia de grupos de solidaridad y delegaciones de más de 23 países de varios continentes. No ha cesado tampoco el contacto permanente con los 79 becarios de 22 naciones que cursan estudios en la Universidad de Ciencias Médicas y los 18 residentes bolivianos.

“Dos causas muy significativas del pueblo cubano, subraya Romero, han recibido el acompañamiento del ICAP en la coordinación con organismos, organizaciones, instituciones y personas en general del territorio y con organizaciones y líderes de la solidaridad en más de 20 países. Nos referimos a la lucha por el regreso del niño Elián González y el reclamo de libertad en el caso de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos, que permanecieron injustamente prisioneros en cárceles de Estados Unidos entre 1998 y 2014.

“En ambas oportunidades, afirma, se demostró el papel de la unidad, baluarte que permitió que se convirtieran en victorias del pueblo y nos llenaran de optimismo y fuerza moral.

“Actualmente, insiste, la batalla contra el bloqueo es una tarea de primer orden. Continuamos en la denuncia permanente hasta poner fin a esa política genocida contra nuestra Patria”.

Al evaluar el quehacer de la Delegación tunera, el presidente del Instituto, Fernando González Llort, destacó hace poco que, a pesar del contexto adverso, la institución ha tenido éxito extendiendo y profundizando la labor hacia el exterior, orientada a fortalecer el movimiento de solidaridad con la Isla, con énfasis en las naciones identificadas como priorizadas.

“La pandemia de la Covid-19 demostró cuánto se puede hacer aprovechando las ventajas de las nuevas tecnología”, dijo el también Héroe de la República de Cuba. Es allí, subrayó, donde está buena parte del futuro de la labor política del ICAP, también acompañando las causas justas de otros pueblos.

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