cuidador perroJuan Carlos y su perro Stéfano.

Las Tunas.- En tiempos de Covid-19 seguramente coincidirá conmigo si le digo que las redes sociales son las nuevas calles, de ahí que los debates que generalmente se suscitaban en una parada de ómnibus, una cafetería, o un parque, ahora con las distancias establecidas y las mascarillas sanitarias de por medio para evitar el contagio de la enfermedad, se trasladan al mundo virtual en el que ya muchas personas conviven.

Le digo esto porque fue precisamente gracias a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones que conocí la historia del perrito Stéfano y su envenenamiento por plomo, una experiencia desfavorable de la que salió ileso gracias a la rápida actuación de su familia cuidadora, pero que nos pone alertas tras la reciente aprobación por el Consejo de Estado del Decreto Ley de Bienestar Animal en Cuba.

Han pasado tres años desde que mi amigo Juan Carlos rescató a Stéfano de su deambular sin rumbo, lo adoptó con apenas seis meses y hace casi dos calendarios que le sirve -o mejor dicho-, le servía su comida en un recipiente de aluminio con una terminación popularmente conocida por tener diferentes formatos de comercialización: puertas, ventanas, calderos y utensilios de cocina, entre otros.

vasija plomo

"Una noche el can comenzó a echar espuma por la boca y actuar de manera inusual, apenas se podía sostener sobre sus cuatro paticas blancas, de inmediato le dimos leche pensando en envenenamiento y empezamos a buscar las posibles causas del malestar", cuenta Juan Carlos, vía WhatsApp.

De inmediato lo llevaron a un médico veterinario, pero las complicaciones iban en ascenso, pues no demoró mucho en que el canino presentara convulsiones y se evidenciara un marcado deterioro de su estado de salud; todo ello mientras en el país grupos animalistas y la población en general celebraba la aprobación de la norma jurídica que sustenta la implementación de la Política de Bienestar Animal en Cuba, aprobada el 19 de enero del 2021.

"No fue hasta que lo llevamos con un veterinario graduado en Toxicología, reconocido nacionalmente por sus conocimientos en esta especialidad, que estudió en la antigua Unión Soviética, que le revisó las encías, le puso un nuevo tratamiento y supimos la verdadera causa que mantenía la vida de Stéfano en peligro hacía ya cuatro días: ¡Estaba sufriendo envenenamiento por plomo!".

Lo cierto es que la cacerola donde este comía, al igual que otros objetos fabricados con igual material, desde su proceso de fundición posee altas concentraciones de plomo y esto provocó un consumo prolongado en el tiempo de dicho componente químico.
Este tipo de intoxicación refiere que entre los síntomas más frecuentes en las mascotas pueden sufrir de salivación excesiva, vómitos, diarrea, anorexia, cólicos espasmódicos, ladridos, mal carácter e irritabilidad.

perro plomo"Me gustaría que esta historia se supiera porque cuando publiqué en mis redes sociales esta experiencia al menos cuatro de mis amistades cambiaron los recipientes de sus perros y gatos, pues precisamente eran de aluminio; y creo que así se pudiera contribuir a que muchos más se salven de morir por esta causa", expresa Juan Carlos, ahora mucho más aliviado.

Una de las cuestiones que establece el Decreto-Ley sobre Bienestar Animal en Cuba está relacionada con las mascotas de compañía, a partir de una mayor cultura del cuidado mediante la práctica de factores que van desde el cumplimiento de las condiciones de vida al exterior de la vivienda hasta las obligaciones de sus dueños para evitar malos hábitos que atenten contra el cuidado básico de su salud.

Comentarios   

Waldemar Neck
# Waldemar Neck 27-03-2021 02:31
Muy bien Echo. Me alegro mucho que el perito esta mejor.
Saludos desde Alemania a todos los anigos de los animales
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