Las Tunas.- La obra de la Revolución Cubana está presente en las comunidades rurales de la provincia de Las Tunas y en esa realidad tienen un papel protagónico los delegados del Poder Popular, figuras claves en el desarrollo socioeconómico de dichos asentamientos.
Así lo asegura Ramón González Espinosa, presidente del Consejo Popular 12, de la zona de La Calera, en el municipio cabecera, quien desempeña esa función desde hace 12 años en una zona con siete circunscripciones y varias unidades que conforman el panorama socioeconómico del lugar.
Ramón González Espinosa.“Tenemos la unidad empresarial de base Calera y la unidad básica de producción cooperativa Maniabo, además de las cooperativas de créditos y servicios Eradio Infante, Josué País y Omar Pérez Pérez. Hay consultorios, escuelas primarias y una secundaria, bodegas, salas de televisión y otras entidades.
“Es evidente que la Revolución está presente aquí y que ha hecho grandes transformaciones. Vivimos tiempos difíciles, pero seguimos avanzando. Siempre quedan cosas por hacer, como reparar los viales, mejorar algunas viviendas y luchar contra el delito. Son cosas que pueden resolverse desde adentro”.
Para Lázaro Ascuy Pérez, delegado de la Circunscripción 86 del mismo consejo popular, la comunidad se transforma con la ayuda del pueblo y, aunque inicialmente algunos no colaboren, cuando se les habla, dan el paso al frente y cumplen cualquier tarea.
“Eso lo vivimos a diario en el intercambio que siempre hay con los pobladores. Analizamos cada problema y de la mejor manera les hago ver la realidad del momento que estamos viviendo, hasta dónde se puede llegar, qué se puede hacer y qué no.
“Pero, lo primero que les decimos es que no están solos y que el aporte de cada uno puede ayudar a resolver las dificultades. Por eso se suman y nos unimos para buscar soluciones, como ocurrió con el círculo social del barrio, que era un planteamiento de los electores y ya se reparó”.
¿Cómo deben ser los representantes del pueblo en estos tiempos difíciles?
“Hay que ser constantes y sistemáticos. La función fundamental de nosotros es aglutinar a los electores -asegura González Espinosa-; juntos podemos solucionar los problemas o desarrollar actividades, insistiendo siempre en que el delegado no administra recursos.
“Organizamos horarios de atención a la población y tramitamos las inquietudes que tienen; además, se hacen recorridos diariamente y realizamos un diagnóstico tanto de los problemas colectivos como de las dificultades que afectan a determinadas personas”.
“Lo primero que debe tener el delegado es sentimiento patriótico y una sensibilidad humana muy grande -sentencia Ascuy Pérez-, porque uno está al lado del elector en momentos difíciles, como pérdidas familiares, enfermedades y otros.
“Sentir como propios los problemas ajenos nos cambia de manera positiva y nos hace crecer como seres humanos. No podemos cansarnos y por eso es importante ir a sus casas, ver sus condiciones de vida y sensibilizarnos con cada planteamiento”.
Este 31 de octubre se cumplen 45 años de la constitución de los Órganos Locales del Poder Popular, idea del Comandante en Jefe Fidel Castro que nace del pueblo y tiene en él al destinatario y al protagonista de disímiles transformaciones socioeconómicas. Esa es una realidad en las comunidades rurales tuneras.
