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Las Tunas.- El año pasado, Luis Bernardo Rodríguez Peña cosechó más de tres toneladas de tabaco, y aunque no tenía lo que se dice una gran experiencia, se aventuró en ese mundo, desconocido hasta entonces.  El resultado fue tan bueno que ahora incrementó las áreas dedicadas a ese renglón.

Es usufructuario en la cooperativa de créditos y servicios Cuba Va desde el año 2011 y reside en la comunidad de La Ceiba, en el tunero municipio de Majibacoa, donde se fomenta un gran polo tabacalero. En total maneja unas 11 hectáreas (ha), de las que dedica cinco a la aromática hoja y el resto a los cultivos varios como yuca, maíz, frijoles y boniato. 

Luis Bernardo Rodríguez Peña ok ok"Hice un movimiento en mis tierras e incrementé la parte dedicada al tabaco. Incluso, ya cumplí el plan; pero seguiré sembrando en los próximos días, porque este es un renglón que da muchos beneficios en lo individual y también al país, que lo necesita.

"A quienes se interesen por este cultivo les digo que lo hagan, pues nunca será en vano.  Actualmente tengo una casa de cura de nueva tipología y el trabajo se me hace más fácil y también hay comodidad para las ensartadoras".

                                                                  INNOVACIÓN Y CIENCIA EN LA CURA DEL TABACO

"Cuba es un país largo y estrecho, ubicado en una zona geográfica con gran incidencia de los huracanes y los fuertes vientos. Por eso, las casas de cura de tabaco de estilo tradicional son infraestructuras muy afectadas y se hizo necesaria su paulatina transformación".

Esas son palabras de Romilio Pedro López Álvarez, director agrícola de la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco de la provincia de Las Tunas, quien explica que la nueva tipología tiene varias ventajas con relación a las anteriores.

"Además de evitar daños por diversos fenómenos atmosféricos, hay un notable ahorro de recursos -de más de un 60 por ciento- como madera, puntillas y techos.  Además, estas casas permiten que las mujeres ensartadoras no estén expuestas a la caída de cujes en las mesas de trabajo.

"Se evitan esas afectaciones, tienen más iluminación y aumenta la capacidad de cura, pues normalmente una casa antigua puede curar 850 cujes y en esta aumenta a unos 1300. El productor se ve beneficiado, al no tener que ampliar sus capacidades en cada campaña en función de los rendimientos o incrementar el área que va a plantar".

En el territorio tunero ahora hay 180 casas de cura de nueva tipología, con 426 aposentos, y de las tradicionales quedan 543, con mil 368 aposentos; pero la idea es sustituirlas paulatinamente, en la medida en que la empresa vaya sembrando nuevas áreas y se disponga de los recursos necesarios.

                                                                                                              CUMPLIDA LA SIEMBRA Y EN ESPERA DE BUENOS RENDIMIENTOS

Las Tunas fue de las pocas provincias que cumplieron el plan de siembra de 400 ha de tabaco antes de concluir el 2021, a pesar de las faltas de insumos y combustible y de la intensidad de la sequía.  No obstante, varios productores continúan esa labor y ya están plantadas 411.7 ha.

"Actualmente estamos en la etapa de conteo de posturas para poner las fallas -explica López Álvarez- y ya comenzamos la cosecha.  En la primera decena de enero se recogieron tres mil 400 cujes y en la segunda, 13 mil 500, lo que teníamos previsto.

"El plan es de 360 toneladas (t); pero se espera un rendimiento de 1.16 t por ha.  Por tanto, nos hemos propuesto acopiar más de 400 t y para ello hay que cosechar 284 mil cujes. Puede ser posible a partir del esfuerzo de los tabacaleros y el seguimiento que damos desde la empresa a las bases productivas".

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