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Las Tunas.- En tres minutos fatídicos, suficientes para que llegaran el gol de Guatemala y una increíble expulsión del volante Karel Espino, la Selección Cubana de Fútbol se dejó este miércoles buena parte de sus opciones de avanzar en el tortuoso camino hacia el Mundial de Catar 2022.

La ausencia de juego por casi un año para muchas de sus figuras era ya una losa demasiado pesada para el equipo del DT Pablo Elier Sánchez, quien apenas tuvo dos días en suelo chapín para intentar que los titulares llegados desde la Isla alcanzaran un mínimo de compenetración con los jugadores que habían arribado desde ligas de Europa y América.

Y si eso fuera poco, una erupción volcánica obligó al delantero Maykel Reyes a arribar desde Panamá esta propia jornada, mientras la estrella de la escuadra, el delantero del Norwich City Onel Hernández, debió viajar directamente del aeropuerto al estadio para al menos disputar la segunda parte.

Con todo eso en contra, la tricolor salió confundida a la cancha del Doroteo Guamuch Flores, donde los centroamericanos arrancaron fuerte, llenos de confianza por pronósticos de la prensa local que iban desde los tres hasta los seis goles de diferencia en el debut de ambas selecciones.

Sin embargo, vencidos los nervios y asimiladas las condiciones de altura en las que se jugaba, Cuba le tomó el pulso al partido y consiguió al menos igualar el trámite del choque hacia la media hora de juego. El matancero Luis Javier Paradela, jugador del Santos Guapiles de Costa Rica, comenzó a darle un poco de claridad al centro del campo, emparejado con el lateral Jorge Luis Corrales (FC Tulsa) en una banda derecha por la que circuló lo mejor del juego cubano.

Con todo, los chapines dominaban en la sala de máquinas e impedían que los delanteros de la visita crearan peligro: Joel Apezteguía pasó desapercibido hasta que fue al banquillo en la segunda parte, en tanto Maykel Reyes ponía más empeño que claridad en la línea de ataque. No por gusto hubo que esperar hasta la hora de juego para ver el primer y único disparo cubano entre los tres palos.

Ni siquiera el ingreso de Onel en el complementario pudo hacer la diferencia. Tras el 0-0 de la mitad inicial, Pablo Elier intentó sacudir a los suyos con la entrada del jugador que el año anterior disputó la Premier League inglesa, pero la desconexión de las líneas cubanas frustró sus pretensiones.

El desgaste físico y mental de dos jornadas de viaje, con un accidentado trayecto desde México, lastraron al atacante nacido en Morón, Ciego de Ávila. Quizás el próximo domingo, ante el complicado once de Curazao, Hernández consiga mostrar un poco más de todo el fútbol que carga en sus botas. Por el momento, la afición se quedará con la emoción de verlo debutar y con la sensación de haber asistido al nacimiento de una época mejor para el fútbol criollo.

Pero si de frustración se habla, dos minutos bastaron para desesperar a la escuadra cubana. En una jugada a balón parado sobre el minuto 60, un error de la zaga central dejó solo a Luis Martínez ante el portero Sandy Sánchez. El Salamá controló el balón al límite entre el pecho y el brazo izquierdo, antes de fusilar la cabaña antillana.

De nada sirvieron las protestas de los jugadores y el cuerpo técnico visitante, pues el internacional costarricense Benjamín Pineda no solo validó el gol, sino que unos instantes después se inventó una expulsión rigurosísima del volante Karel Espino. Incluso la transmisión de la televisión local, de una parcialidad tal que llegó a rozar el irrespeto, consideró que en ningún caso la falta era merecedora de la roja directa con la que el juez central sepultó cualquier esperanza de los de la Mayor de las Antillas.

Obligado por la expulsión a recomponer el dibujo, el DT cubano hizo ingresar al defensa central tunero Sandro Cutiño en lugar de Apezteguía, mientras que en el último cuarto de hora intentó revolucionar su línea de ataque con la entrada sucesiva de Sánder Fernández, Asmel Núñez y Yasniel Matos, este último en sustitución de un Luis Javier Paradela que fue lo mejor de Cuba sobre la cancha.
En definitiva, la escuadra cubana acusó la falta de juego y lo apresurado de la convocatoria de sus legionarios: no estuvo ni siquiera cerca de perforar el arco defendido por Nicholas Hagen, con apenas un disparo a puerta, un saque de esquina y un muy pobre 39 por ciento de posesión.
La derrota ante Guatemala complica sobremanera las aspiraciones de avanzar a la siguiente etapa de las eliminatorias de CONCACAF rumbo al Mundial de Catar 2022, pues el próximo domingo, en el mismo escenario, Cuba tendrá que enfrentar a la selección de Curazao, cabeza de grupo en la llave C que completan Islas Vírgenes Británicas y San Vicente y las Granadinas.

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