Yaidel tecas 1

Las Tunas.- A las tecas les llaman la reina de las maderas y en ese epíteto hay mucho de verdad, porque esa especie tiene elegancia y grandeza; tanta que sobrepasan los 10 y 12 metros de altura y resultan ideales para muchas cosas, especialmente la construcción de embarcaciones y laboratorios químicos.

Vienen de muy lejos, del continente asiático; pero en la provincia de Las Tunas se han arraigado de tal manera que forman parte de una de las mayores reservas de la floresta urbana de Cuba, el bosque de la ciudad de Jobabo, con casi 100 años de vida.

Esa área es parte de la historia local y sus primeros ejemplares se sembraron en el ya distante año 1927, por lo que la mayoría de los jobabenses jugó en sus predios, porque hasta allí llegaban las acampadas pioneriles, las excursiones y otras actividades colectivas o individuales.

DSCF5481Hace unos años se cortó, en su mayoría, pues ya estaba enfermo; pero varias manos se juntaron y poco a poco comenzó a rejuvenecerse, cuidándolo de quienes practican la tala y la caza ilegales, y de aquellos que poco a poco forman microvertederos de desechos sólidos.

Afortunadamente, en los municipios de Jobabo, Colombia y Amancio, la Empresa Agroforestal (EAF) está fomentando nuevos bosques de tecas en las comunidades de Sirvén, La Federal, los alrededores de la playa El Habanero y Los Malungos, entre otras, según Manuel Antonio Ferrás González, director técnico productivo en la entidad.

Yaidel tecas 3"Una parte importante de ellos ya está en el momento del corte y, al ser considerada una madera preciosa, se estudia un nuevo destino para esas producciones. Se está definiendo dedicarlas a la fabricación de diferentes objetos en la carpintería Libertad.

"Como se sabe, en esa pequeña fábrica de la cabecera provincial se hacen puertas, juegos de comedor, cómodas y otros muebles, por lo que sería muy bueno incorporar la teca como materia prima para elevar la calidad general del producto final".

La EAF reproduce las semillas de teca en viveros y luego las lleva al suelo para que crezcan en el ambiente natural hasta alcanzar el tamaño ideal que garantice su total aprovechamiento. Precisamente, en Sirvén está la finca provincial para la obtención de las simientes.

Ese tecal adorna la carretera que une Las Tunas con Jobabo y de él se extraen más de 80 kilogramos de semillas cada año, en una gestión difícil, pues hay que esperar a que caigan, además de mantener las áreas limpias de marabú y malezas, evitar incendios forestales y cuidar de los animales sueltos y los oportunistas.

"La empresa está en condiciones de incrementar ese tipo de floresta, teniendo en cuenta la calidad de esa madera -acota Ferrás González-, y también podemos contribuir a mejorar el entorno general del bosque urbano de Jobabo para devolverle su esplendor".

Cuando se le compara con el resto del país, Las Tunas es, lamentablemente, tierra de pocos árboles. Pero esa verdad repetida un montón de veces puede y debe cambiar paulatinamente, porque el futuro también se construye con el oxígeno que aportan a la atmósfera y la garantía de morada para aves, insectos, anfibios y reptiles.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar