Las Tunas.- El que dude cuánto hace este país, bloqueado y asediado, por la niñez y la adolescencia debía visitar alguna vez una casa de niños sin amparo familiar. Son sitios que, lejos de lucir carencias afectivas o de otra índole, enchufan esperanza, orgullo y ganas de vivir.
Eso sentimos los de 26 al llegar a la que acoge a los pequeños de entre cero y 6 años de Las Tunas. Abrió sus puertas en el 2017 y es la única de la provincia para este grupo de edades. Antes, los pequeños nacidos aquí que lo requerían, eran trasladados hasta Holguín y luego, al rebasar los 6 años, devueltos a estas tierras.
La directora, Marisol Leyva, asegura que han pasado por ahí 14 infantes en este tiempo; ahora tienen seis, la mayor ya está en preescolar y la más pequeña, Melisa, apenas alcanza los seis meses.
Los miro corretear por el patio y después salir muy juntos, porque “comienzan los muñequitos”; los escucho cantar y los veo quitarse el nasobuco y dar las gracias para tomar la merienda. Entre tanta carcajada es difícil pensar en cada una de las historias duras que los han llevado hasta allí.
“Algunos están aquí por abandono, otros porque son hijos de madres reclusas o por otros motivos, todos contrarios al normal desarrollo del menor; pero se les dan las atenciones que necesitan y a ninguno, pero a ninguno de ellos, les falta nada”.
La directora insiste en eso, y yo sé por qué. Varias personas se hicieron eco recientemente en las redes sociales de una nota falsa, que hablaba de una de sus pequeñas y anunciaba las supuestas carencias materiales que padecía.
“Cada niño tiene un estipendio mensual para la compra de ropas y aseo, es un dinero que da el Estado cubano y que nunca falla. Tampoco tenemos problemas con acudir a la red de tienda para acceder a los productos y, además, el Estado les garantiza la alimentación y todas las condiciones de la casa que, como usted ve, periodista, no tiene nada que envidiarle a cualquier vivienda tunera”.
Entonces nos lleva de la mano y recorremos el lugar. Los cuartos pulcrísimos, las camas tendidas, abren los clósets para que veamos la ropa, las colonias, el jabón y hasta les pide a las tías que nos muestren los bolsos con las cositas que están ahí, porque los niños no se las han estrenado todavía.
Cerca de 25 trabajadores laboran alrededor de los pequeños. Se encargan de hacer la comida, limpiar y, sobre todo, educarlos en un clima de amor y bienestar; entre ellos, cuatro enfermeras en distintos turnos de trabajo.
Todos están pendientes de las consultas con la especialista para atender al que es epiléptico (y que, por cierto, aseguran que ha mejorado mucho); cuidan de los dos que son alérgicos de manera especial, y tienen una sonrisa o un regaño, según corresponda, a cada travesura.
La más pequeña es Melisa. Me cuentan que cuando se las pusieron en los brazos, con dos meses, les dieron unas ganas terribles de llorar.
Ahora la veo en el coche, vestidita de blanco, como la princesa que es, y no puedo menos que sentir una ternura infinita y hasta una pizca de incertidumbre.
Pero esa última, la incertidumbre, solo me dura un instante, porque allí todo parece girar alrededor de su tranquilidad. Me explican que ya come puré, como indicó la pediatra en la última consulta de seguimiento; que es muy tranquilita, pero se revuelve un poco a la hora de dormir y hasta me entero de que en cada turno de trabajo hay una tía solo para ella, sin separarse un instante de sus necesidades.
La trabajadora social insiste en que se atiende a cada niño de manera particular y muestra su regocijo porque más de una vez, cuando se produce el regreso de alguno de ellos al seno de sus hogares, las familias destacan y agradecen el cuidado, la educación y la felicidad de sus retoños.
Por cosas así, insisto en invitar a quienes duden de los desvelos en Cuba por la niñez y la adolescencia, a que visiten una casa de niños sin amparo familiar. Sitios de luz, vida y esperanza.
 |
 |
Comentarios
Yo soy Tunera, me gustaría mucho visitar este lugar y conocer a esos niños...Sabe cómo puedo comunicar con el responsable o administrativo?
Suscripción de noticias RSS para comentarios de esta entrada.