Seguimos mostrándote los rostros de quienes han dedicado su vida a una institución que es parte de la cotidianidad de millones de cubanos: el Banco Popular de Ahorro (BPA), que este 18 de mayo cumplirá 40 años.
Las Tunas.- Isabel Rojas Utra quiso ser pianista; sin embargo, fue mecanógrafa, aunque la vida le compensaría su sensibilidad por el arte con una hija cantante. Fue precisamente gracias a su destreza digitando las letras que entró al otrora Banco Nacional de Cuba, relata con orgullo: “Llegué siendo prácticamente una niña. Aquí fui educada por personas muy rectas y eso me dio la formación que hoy tengo y agradezco infinitamente”.
Son, revela, estilos que luego proyectó a su cotidianidad familiar: “A veces soy fuerte y quiero que mi hija y mi nieta tengan esa misma disciplina en el trabajo”. Si bien cada época es diferente, se declara una perenne defensora del orden de la belleza en cada puesto de trabajo y también en casa.
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Ella ha hecho una carrera de 32 años de trabajo en el BPA de esta provincia del oriente cubano en el Departamento de Recursos Humanos. Así que en cierto modo derivó en “tocar el alma” de quienes entran y también de los que se van de la institución. Su labor la aleja de los trajines monetario-financieros que se asociarían a una entidad como esta y la acercan a otros roles igual de necesarios; porque comenta, es ser un poco psicóloga y madre lidiando con diversos caracteres.
“Cuando llega una persona, independientemente de que tenemos una experta en el departamento, es en grupo que hacemos ese proceso de selección. Si me entero de alguien que se fue, incluso, de otras sucursales, me preocupo por su baja, por qué se ha ido, pues al final todo eso viene a nuestro departamento, un sitio que amo muchísimo”.
Isabel pronto cumplirá 60 años de edad y anda buscando a alguien que la suceda en el liderazgo; pero que, insiste, “mantenga ese amor por el banco para seguir siendo parte de una familia”.
