En el círculo infantil Amiguitos del Minint

El 25 de noviembre del 2016, el Comandante en Jefe pasó a la dimensión de los inmortales, dejando como legado jornadas de lucha y fundación y un capital simbólico que abraza a toda la Isla. Una huella construida minuto a minuto, como aquellas horas de 1988 en el Balcón del Oriente Cubano

Las Tunas.- El 28 de noviembre de 1988, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz realizó una intensa jornada de trabajo, en recorrido que lo llevaría desde el municipio de Las Tunas hasta la playa Covarrubias, en Puerto Padre, y de regreso a la capital provincial. Tenía como propósitos abanderar los contingentes Victoria de Playa Girón y XXX Aniversario, e inaugurar el Laminador 200-T.

Alrededor de las 9:00 am, Fidel llegó al círculo infantil Amiguitos del Minint, sito en Lorenzo Ortiz número 40, en esta ciudad. La educadora Cira Borrego Vargas recuerda que se bajó del yipi y manifestó su admiración por el edificio, que parecía un castillito de lo lindo que estaba. Entró, saludó cariñosamente y sostuvo conversación con las trabajadoras, encabezadas por Inés Costales, la directora, quien le presentó su consejo de dirección y a los representantes de las organizaciones presentes.

El Comandante en Jefe se interesó por la matrícula, la estructura del centro y los objetivos de trabajo. Exhortó a cuidar el inmueble, les habló sobre las funciones de las educadoras, los valores de la honestidad, responsabilidad y amor a todo lo que rodea. En el diálogo le comentaron sobre las actividades que realizaban en la preparación de los niños para el futuro.

Platicó con la directora sobre sus misiones y la de cada uno de los trabajadores, firmó el libro de visitantes y conversó con la comunidad allí asistente. Realizó un recorrido por la planta baja del edificio y se retiró, dejando una estela de alegría y emoción a su paso.

Dialoga con el contingente Victoria de Playa Girón. foto Archivo 26

Después se dirigió hasta el caserío de Marañón por la carretera Las Tunas-Manatí, para abanderar al contingente Victoria de Playa Girón, que construía la carretera Puerto Padre-Manatí y realizaba labores en la vía de acceso a lo que es hoy el polo turístico de Covarrubias.

En el acto de abanderamiento, que se efectuó a las 10:00 de la mañana, el máximo Líder de la Revolución reconoció el meritorio quehacer de los 82 integrantes de esa fuerza en la ejecución de la importante arteria de 20,6 kilómetros, que permitiría llegar hasta ese punto destinado a desarrollar el turismo internacional.

Tras interesarse por las condiciones de vida de los hombres, explicó que la población utilizaría también esas instalaciones turísticas una parte del año, sobre todo en el verano; que el esfuerzo que se estaba haciendo se convertiría en divisas y que lo más rápido posible elaborarían un proyecto de hoteles para la zona.

Fidel significó que el método de los contingentes había resultado muy superior a los otros aplicados hasta la fecha, y resumió que la productividad estaba dada por el nivel de organización, disciplina y consagración.

Destacó que los miembros del “Victoria de Playa Girón”, que habían iniciado sus labores el 16 de abril de ese mismo año, se podían sentir satisfechos de lo logrado, y consideró que terminarían la obra prevista para un año, en 11 meses; un éxito en el cual había sido decisivo el aporte voluntario de más de 14 mil horas. Recordó que les esperaba otra tarea no menos valiosa y de gran repercusión económica: conectar a Manatí con Nuevitas, con un tramo de 17,8 kilómetros.

Luego de dialogar con los constructores y vecinos del barrio de Marañón, recorrió los dormitorios, cocina y comedor del contingente, cuyos obreros laboraban 18 horas diarias como promedio.

Presidido, además, por Pedro Ross, secretario del Comité Central del Partido, Homero Crabb, ministro de la Construcción, y Francisco García Ferrer, primer secretario del Partido en la provincia, en el acto, Elio Pérez, jefe del contingente, informó sobre la terminación del terraplén hasta la playa, en el que se habían empleado más de 490 mil metros cúbicos de materiales.

El guía de la Revolución pidió a Elio que le enseñara el balneario y hacia allá se dirigieron, acompañado por García Ferrer. Después se incorporaron otros dirigentes y la prensa. Caminó por el lugar y destacó las condiciones naturales de aquellos parajes y la posible explotación turística. En el terreno se decidió incrementar la distancia de la carretera y llegar hasta la playa, aumentando dos kilómetros al plan inicial.

En el encuentro con la prensa, a orillas del mar, un sinnúmero de temas salió a relucir como el uso de la cerámica técnica para aisladores, el avance social y en el campo de la educación, el desarrollo del deporte y de las instalaciones construidas para la actividad, entre las que mencionó la Sala Polivalente tunera como uno de los mayores éxitos en tal dirección. Se refirió a la terminación de una pasteurizadora de cerca de 100 mil litros de leche y yogur, y otras instalaciones de singular significación para el progreso socioeconómico.

Ofrece declaraciones a la prensa en Covarrubias. Cortesía de Elio Pérez 1

Al profundizar en las proyecciones de esta zona oriental, dijo que estaba la perspectiva del turismo, del que nunca se había hablado en predios gobernados por la caña; igualmente se refirió a lo soñado en el entorno industrial. Disertó sobre la producción de la Fábrica de Botellas y la Planta de Estructuras Metálicas, y mencionó el Laminador 200-T, por inaugurarse esa tarde. Expresó que se trataba de un desarrollo industrial de bastante peso, independiente de la agricultura. Asimismo, detalló sobre el impulso a los derivados de la caña, los programas de construcción de vaquerías para el acopio de leche, y de producción porcina y avícola.

Cerca de las 4:00 de la tarde, llegó a la localidad cabecera para cortar las cintas del referido enclave fabril, en un acto que rompió los pronósticos de asistencia, con más de 40 mil tuneros presentes. Momento antes de la inauguración de la moderna planta metalúrgica, realizó un amplio recorrido por la instalación, construida en tiempo récord (poco más de 14 meses), a un costo de 14 millones de pesos, con capacidad de producción que rebasaba anualmente las 90 mil toneladas métricas de cabillas y otros laminados.Recibió todos los pormenores en la inauguración del Laminador 2 Foto Archivo 26

Recibió una detallada información del proceso productivo por parte de los ingenieros Luis Roberto Suárez Arias, director de la entidad, y Manuel Inzúa Guerra, jefe del contingente XXX Aniversario, que ejecutó el proyecto inversionista. Tras conocer otros detalles relacionados con la tecnología y la plantilla del centro, cifrada en más de 300 hombres y mujeres, supo de los avances físicos de los demás laminadores que se levantaban próximos al terminado.

Durante el periplo, en el que estuvo acompañado además por Marcos Lage Coello, ministro de la Industria Sideromecánica, Fidel intercambió con los trabajadores, allí firmó el libro de visitantes y recibió una muestra de la producción de acero. Particular emoción se experimentó cuando el jefe de la Revolución apareció en la tribuna y las miles de voces al unísono gritaron “¡Fidel, Fidel!”, como una reafirmación de continuar el esfuerzo para la transformación socioeconómica del territorio.

El ingeniero Inzúa Guerra, en nombre de sus 470 constructores, entregó un álbum al Líder cubano que sintetizaba la proeza laboral realizada por el colectivo y, a cambio, recibió de sus manos la Bandera XXX Aniversario de la Revolución, nombre homónimo a la hueste que encabezaba.

En las conclusiones, el Comandante en Jefe expresó estar impresionado por la gran multitud que se dio cita para inaugurar una industria de esta magnitud para el desarrollo de las cinco provincias orientales y Camagüey, en línea con la concepción de transformar esta parte del país. Hizo público el reconocimiento a la labor realizada por el joven ingeniero jefe del contingente, quien condujo con acierto las faenas.

Además, estableció una comparación entre el pasado de miseria de la provincia y las amplias perspectivas que se abrían con la producción metalúrgica, como consolidación de una cultura industrial. Puso como ejemplo las fábricas de vidrio General Antonio Maceo y de estructuras metálicas Comandante Francisco (Paco) Cabrera, por sus altos volúmenes productivos y su influencia en la economía. También elogió la contribución de los jubilados de Antillana de Acero para la puesta en marcha del Laminador 200-T.

Así transcurrió una jornada memorable para la historia local y de la nación, de esas que premian el andar de Fidel por Cuba y su eterno afán de lograr la prosperidad de nuestro pueblo.

Intercambia con el contingente XXX Aniversario Foto Archivo 26

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