Las Tunas.- Cuando camina por las calles de la comunidad de Palancón y ve la transformación que ha experimentado ese barrio para bien de sus habitantes, Adelquis Téllez González siente un orgullo sano que le camina por la piel y le inunda sus pensamientos.
Ya Palancón no es aquel barrio en el que se caminaba por encima de restos óseos de vacunos y equinos sacrificados ilegalmente, ni se observan los callejones sin salida. Ahora tiene calles, una escuela que se construye y, a pesar de que se ha demorado, está ahí, desafiando el tiempo y se concluirá; una vida más activa, con menos alcoholismo y hechos delictivos. Y aunque todavía quedan muchas insatisfacciones, no se pueden ocultar los logros.
En cualquier circunscripción del Consejo Popular 3, del cual es el presidente, a Adelquis los vecinos lo detienen para saludarlo y algunos le plantean los más diversos problemas, incluso de índole personal.
“Yo he perdido el nombre en mis comunidades. Los niños me llaman tío, otros pobladores me dicen delegado o profe, pero casi nadie menciona mi nombre. Y cuando me confían un problema personal para que yo ayude a resolverlo, me emociono y me entrego con todas mis fuerzas para solucionarlo. Entonces me dicen gracias, me abrazan, me aprietan las manos”.
En sus casi 25 años como delegado del Poder Popular, este hombre se ha sentido realizado, aun en medio de las ingratitudes, de lo difícil que resulta ese trabajo, de las frustraciones ante un problema sin solución. Él siente que durante todo ese tiempo su vida ha tenido razones suficientes para ser más feliz, porque luchar por el otro es algo reconfortante.
Además de delegado de circunscripción y presidente de un consejo popular, Adelquis es locutor de la emisora provincial Radio Victoria, y aunque el día se le acorta para emplear cada espacio de tiempo en sus múltiples tareas, siempre encuentra la manera de quedar bien con todas sus responsabilidades. Y lo logra.
