Las Tunas.- "Haber sido seleccionado como el único delegado del municipio y del sector en la provincia me enorgullece, pero a la vez es un compromiso, porque sobre mis hombros cargo con la responsabilidad de representar los deseos y las aspiraciones de estos jóvenes en el XII Congreso de UJC.
"Espero que este Congreso contribuya al fortalecimiento de la organización, y que los debates aporten nuevas formas de hacer que se ajusten a los tiempos actuales y a las problemáticas que enfrentan la UJC y el país".
Con esas afirmaciones Alexander Morales Batista, jefe de brigada en los tachos del ingenio Majibacoa, ubicado en la comunidad de Vivienda del municipio homónimo de esta provincia oriental, resume los sentimientos que lo animan en su participación en el magno evento de la juventud cubana.
Y es lógico, pues en esa industria 218 de sus coetáneos unen los ímpetus de la edad con las experiencias acumuladas por los mayores y juntos están enfrascados en una zafra azucarera colmada de obstáculos asociados a la difícil situación económica del país, y ellos rinden al máximo para acercarse lo más posible al exigente plan que asciende a 22 mil 208 toneladas.
Alexander había cumplido los 24 años de edad y, ya graduado en la especialidad de ingeniero industrial en la Universidad de Las Tunas, el 10 de febrero del 2023 llegó al área de fabricación del central para cumplir el Servicio Social, y "después de rotar por la casa de caldera me quedé como técnico de cristalización y continué mi preparación para jefe de tacho, cargo que comencé a ejercer en la actual zafra".
-Y, ¿qué hace un jefe de tacho?
"Mi trabajo consiste en gestionar las operaciones en el área de cristalización con 10 trabajadores bajo mi mando, el lugar donde fructifica el esfuerzo de todo el colectivo porque coronamos el grano".
Desde esa responsabilidad, que exige mucha disciplina en la vigilancia constante de variables muy importantes como el brix, el nivel, la temperatura, el vacío y el vapor, Alexander ha crecido como profesional y con la misma seriedad conduce el Comité de la UJC en la empresa agroindustrial azucarera Majibacoa.
Con mucha seriedad ha aprovechado las oportunidades brindadas en el escenario laboral y asegura, "me siento realizado personal y profesionalmente debido a que en muy poco tiempo he logrado acumular conocimientos y experiencias, y continúo preparándome para asumir responsabilidades superiores de ser necesario en algún momento futuro".
Considera "un orgullo trabajar en el ingenio y sentir que contribuyo al desarrollo y bienestar de las familias majibacoenses y de mi país", por esa razón porta orondo la ropa marcada por el sudor y otras manchas que se adhieren en jornadas de 12 horas continuas de labor.
Cuenta que ensuciarse es parte del trabajo, "aunque a mi esposa, Elizabeth Rodríguez Rodríguez, ese detalle no le gusta mucho", dice, sonríe y agradece el apoyo de su compañera y los consejos diarios de que se cuide "porque ella es consciente de que la industria está llena de riesgos, pero a pesar de ello se siente feliz de estar casada con un azucarero".
Los consejos de Elizabeth y la sonrisa de Alejandro, su pequeño retoño, cuando llega al hogar son alicientes para tomar muy a pecho las medidas de protección y seguridad del trabajo en su puesto.
Enfatiza que su mayor insatisfacción es "que el ingenio no haya logrado producir el azúcar planificada, tan necesaria en nuestros hogares".
-¿Cómo valoras la situación actual de la industria azucarera? ¿Qué hacer?
"La producción azucarera ha ido decreciendo durante los últimos años, tendencia que necesitamos frenar lo antes posible, por la importancia que tiene en la economía del país.
"Para lograr este cambio es necesario que el Partido, la administración, el sindicato y la juventud unan fuerzas. Desde nuestra organización entendemos que el combate va más allá del campo de las ideas, por esa razón uno de los puntos más importantes en cada debate dentro del comité de base es lo que podemos aportar para lograr un mejor funcionamiento de la empresa buscando soluciones que potencien la productividad y la eficiencia".
Con esas ideas Alexander ya está en La Habana, donde asiste al XII Congreso de la UJC en representación de los jóvenes azucareros de Las Tunas consciente de que "el futuro de la Patria está en las manos de las nuevas generaciones", enfatiza horas antes de abordar el tren.
