Amara citma

Las Tunas.- Hace dos décadas, Amara Morales Cordero, actual subdelegada de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Delegación del Ministerio encargado de esta actividad y de la esfera medioambiental en Las Tunas, inició labores en un organismo que, en Cuba, como en ningún otro país subdesarrollado, es neurálgico para el progreso. Entonces, la joven licenciada en Historia comenzaba un camino lleno de desafíos y nuevos derroteros.

La atención al Programa Territorial de las Ciencias Sociales y la coordinación del trabajo del Consejo Provincial de esta rama fueron sus primeras funciones. Desde ese momento el sendero ha sido fructífero e intenso en quehaceres. A propósito de celebrarse este 15 de Enero, el Día de la Ciencia Cubana, 26 dialogó con esta mujer, una de las tantas que en el Balcón de Oriente amasa el empeño de ponerle pensamiento y conciencia a la realidad de la nación.

A esta fecha, dice Amara Morales, la comunidad científica tunera llega tras un 2020 difícil y que implicó atrasos en la concreción de muchas ideas y proyectos. No obstante, en este período, reseña que "las actividades científicas y de innovación han dado su contribución al enfrentamiento a la pandemia y también con propuestas para que la provincia pueda continuar desarrollándose en el orden económico y social. Hemos reconocido resultados que impactan en la salud, la producción de alimentos y en la actividad empresarial y de servicios".

La ciencia transversaliza toda la sociedad y en ese sentido Las Tunas diseña proyectos hacia aspectos de la realidad en los que las autoridades locales y del gremio consideran se debe poner mayor énfasis...
"Hace apenas un año se aprobaron 13 políticas que están vinculadas con la ciencia, la tecnología y la innovación. Las mismas dan la posibilidad de utilizar los resultados del sector en pos del desarrollo. Acabamos de aprobar las normas jurídicas que las implementan y, sobre todo, en Las Tunas, la que mayor expresión tiene es la reorganización del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación. En este contexto pudimos reajustar los programas territoriales y el Gobierno aprobó las líneas de investigación que dan respuesta a vacíos de conocimientos y donde directivos, profesionales, estudiantes y estudiosos tienen la posibilidad de participar".

Al respecto, Morales Cordero subraya que la producción de alimentos, el cambio climático, el desarrollo de la sociedad y la evaluación de indicadores como el envejecimiento poblacional, la marginalidad y el empleo centran esta agenda, en la que no falta el desarrollo local y la necesaria autonomía de los municipios.

"El objetivo final -subraya- es aportar un resultado científico, un producto o un servicio nuevo o mejorado que constituya en sí un proyecto innovador. Aunque la pandemia impidió el avance en tal sentido, este año trabajamos en la ejecución de las iniciativas".

La subdelegada de la dependencia local del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) añade que la nueva política concibe los proyectos de investigación como un incentivo no salarial para aquellos que miran hacia la ciencia. "Exhortamos a los interesados a acercarse a la institución para evaluar las ideas que tengan y ofrecerle la asesoría necesaria y que puedan ejecutar la línea de investigación de su interés".

Destaca, asimismo, la importancia que en el progreso territorial y en el avance de este sector, en particular, poseen las dos universidades existentes aquí y el sector empresarial, al no contar la provincia con centros de investigación como es el caso de otras zonas del país.

"Proyectamos incrementar las entidades de ciencia en el territorio; lograr que se certifiquen y registren como tal las empresas. Por ejemplo, Acinox ya posee dos premios nacionales de innovación; Estructuras Metálicas constituye una empresa innovadora; Ludema es reconocida en el país por sus diseños y producciones de alto estándar… Es una necesidad que el área empresarial dé este paso para que cumpla sus funciones y aporte al progreso de Las Tunas", insiste.

Se trata también de la práctica del conocimiento, esas empresas ya están haciendo, en su día a día, ciencia; lo que luego redunda en eso que todos escuchamos y a veces no entendemos bien de qué se trata, es decir, del Producto Interno Bruto.
"Así mismo. Es una actividad que inicia desde la misma planificación de la actividad empresarial. Es decir, ¿cómo se concibe la ciencia de manera transversal como base para el desarrollo?, ¿cómo la incorporamos a la estrategia de desarrollo y de negocio de cada empresa? El Presidente y el país están llamando, cada vez más, al uso de la ciencia y la innovación, a la incorporación de todos los saberes, a tener en cuenta a todos los que puedan aportar a partir de su talento. Y eso es lo que pedimos también desde aquí".

No se trata de abstracciones, sino de que las producciones de la inteligencia repercutan, de manera tangible, en los trabajadores, en una entidad, territorio y finalmente en el país. En ese pensamiento redunda Amara Morales, con la convicción de que es posible y necesario conectar cada idea con la realidad y, en suma, aportar a una nación que busca soberanía y justicia social. En ese sueño, sostiene, está y estará, indiscutiblemente, la contribución de la comunidad científica de Las Tunas.

 

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