María Elena 3

Las Tunas.- La maestra María Elena Díaz lleva 20 años reincorporada al sector educacional. Fue en el 2000, justo en la fecha en que Fidel Castro hizo el primer llamado para que los profesores que se sabían útiles y estaban jubilados regresaran al sector. Así que alistó todo y, tras cuatro años de asueto, volvió a desandar la escuela de sus amores.

Regresaron entonces las largas caminatas diarias desde su casa, en el corazón mismo de esta pequeña comarca, hasta el centro escolar Mártires del 28 de Diciembre.
María Elena 1Se había acogido a la jubilación con 60 años (para las mujeres, por la Ley, aquello debía suceder entonces rondado los 55); y ahora, que ya pasa de los 80 abriles, asegura que despierta algunos días y dice “ya no más, estoy cansada, hoy no voy a regresar”. Pero algo más fuerte que ella misma la pone de pie y la devuelve al aula de quinto grado en que la esperan cada mañana tantas caritas curiosas.
Es capaz de notar cuando le mueven una matica de lugar en un pasillo cualquiera y conoce al dedillo la rutina febril de cada maestro. Es también un símbolo en esa comunidad, por allí todos la conocen y se jacta de haber tenido en brazos a bebés que, ahora hombres, llegan en las mañanas a dejar en el aula a sus propios hijos y la miran, con la misma ternura de sus años de niños.
Antes de ser maestra fue enfermera en la clínica Nuestra Señora de Loreto. “Siempre he dicho que son profesiones similares; porque la enfermera cuida el cuerpo del paciente, pero el maestro modela el alma y la cura. Y es hasta curioso, pero cuando comencé a dar clases aquí, en el año 1965, me encontré con niños en las aulas que yo había ayudado a nacer.”
Habla suave, bajito, con calma; pero en la voz se declara el temple de mujer determinada. Los ojos le brillan de orgullo por sus dos hijas, Gisela y Gladys; y casi se le escapa una lágrima cuando hablamos de ese amor mayúsculo que ella siente por cada pedacito de esa escuela.
Fue su directora durante 30 años, los resultados en cada curso lectivo son parte importante de la obra de su propia vida. “La gente dice que los adultos mayores nos ponemos quisquillosos y no es verdad. Lo que sucede es que nos preocupa que las cosas no se hagan bien, porque hemos visto mucho en esta vida.
“La escuela ha tenido etapas, que no es esta, se lo puedo asegurar periodista, pero sí otras donde la gente no ha trabajado con el amor suficiente y eso los niños lo sienten, y a una le duele porque este sitio es mi segunda casa, a veces no se pueden ni explicar los sentimientos, pero esta también es mi familia”.
María Elena fue delegada a la Asamblea Provincial del Poder Popular y en ella resultó presidenta de la Comisión para la Atención a los Servicios; es también miembro de la Asociación de Pedagogos de Cuba y durante un tiempo, lideró sus destinos en Las Tunas; además atendió a los jubilados y a muchos los incitó a hacer lo que ella misma, volver.
Conocerla es un privilegio y saberla todavía en las aulas un lujo de la educación por estos lares. La miro a los ojos y tengo la fortuna de decir entonces lo que muchos de sus discípulos a lo largo de tanto tiempo: gracias.

 

 

 

 

 

Comentarios   

Lely
# Lely 18-01-2021 14:54
Marìa Elena naciò para educar. Mis agradecimientos. Ejemplo de cubana.
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Richard Parker
# Richard Parker 21-01-2021 06:16
Tengo excelentes recuerdos de María Elena; ella fue mi maestra en la escuela "Mártires del 28 de DIciembre". Derrochaba amor y amabilidad con todos y cada uno d los alumnos, no importaba q tan aplicado, travieso o inteligente fueran. Un beso grande y un abrazo cálido para esa fenomenal maestra.
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