"Jesús Menéndez", Las Tunas.- El municipio de Jesús Menéndez fue uno de los destacados en la emulación provincial por el 17 de Mayo y más que un reconocimiento, los campesinos locales lo ven como un compromiso enorme ante los tiempos actuales, cuando se requiere incrementar la producción de alimentos.
Así lo considera Feliciano Zaldívar Meneses, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños en ese norteño territorio, un hombre muy joven, pero convencido del papel del campesinado para que la economía del país salga adelante, en medio de circunstancias tan difíciles.
“En el municipio hay 29 organizaciones de base; de ellas son nueve Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) y 20 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS). Entre las nueve CPA tenemos siete dedicadas a la siembra y cosecha de caña de azúcar.
“Aquí los principales cultivos son el plátano y la yuca, ahora pretendemos diversificar un poco más las producciones, pues no cumplimos la demanda de boniato y malanga. Se está haciendo una selección de productores, fundamentalmente de la parte norte, con mayor reserva de agua”.
Un buen ejemplo es la CCS José Manuel Rodríguez, dedicada a los cultivos varios y la ganadería integrada por hombres y mujeres valiosos, que desafían numerosos inconvenientes para que la tierra dé sus frutos, en beneficio propio y del pueblo.
Santiago García López es uno de los asociados; incluso, fue partícipe de la fundación de la unidad en julio de 1991, mas desde mucho antes eligió producir alimentos, siguiendo la ruta ya marcada por su abuelo, de quien recibió un pedazo de tierra, consejos y mucha sabiduría para tratar el ganado.
“Las tierras son privadas, sin embargo, tuve beneficios con el usufructo y ahora poseo unas 33 hectáreas que se dedican íntegramente a la ganadería y siempre ha sido así. Mis vacas fueron de las primeras en la inseminación artificial y producían muchísimo hasta que llegó la brucelosis a mis tierras.
“Ahora tengo 16 vacas y estoy remplazando 20. Mis prioridades son salvar los terneros y producir leche, porque la sequía está muy dura. En la etapa lluviosa pretendo entregar unos 30 litros diarios, pues no es un ganado de cría, más bien es mediocre. Voy a retomar la inseminación y se transformará esa realidad.
“Desde que nací tengo un compromiso eterno con el país y creo que hasta que me muera seguiré siendo un campesino orgulloso ¡y ganadero!, con eso basta para vivir tranquilo”.
De una manera parecida piensa Hernán Oduardo Ferrás, quien lleva sobre sus espaldas 76 años de edad y una voluntad enorme para cumplir los compromisos que tiene desde hace más de 25 años con la Empresa de Semillas y también con el pueblo de la provincia de Las Tunas.
“Trabajo poca tierra, apenas 2.68 hectáreas, pero no puedo coger más porque ya las fuerzas van disminuyendo. Además, la tierra con agua produce tres veces más porque se arranca un cultivo y se siembra otro. Malo es cuando la tierra no tiene agua. Y yo no tengo quejas.
“Hay garantías con el río Chaparra que atraviesa estas tierras. Nunca se seca y cuando baja, se mantiene con los manantiales. Entonces profundizo el bajante y sigo extrayendo. Gracias que tengo una turbina que me llegó por un proyecto. Por eso no paro. Recojo maíz y siembro frijol carita, luego yuca…
“Tengo dos vacas, un toro y dos terneros, casi una familia. Hay como 30 gallinas y 60 pollos sueltos, más otras aves de ceba, algunos cerdos, muchos árboles frutales y otros. Es poca tierra, pero yo la multiplico. Quiero aportar más; aunque las fuerzas van decayendo. Por suerte, detrás viene mi hijo”.
José Ángel Hernández Ávila tiene tierras en usufructo desde el 2008. Han pasado muchos años y los resultados son palpables, tanto en la producción de alimentos como en su integralidad, que lo hizo merecer recientemente el Sello Aniversario 60 de la ANAP.
“Cuento con 102 cabezas de ganado entre vacas, novillas, toros de ceba, toretes, añojas… También dedico dos hectáreas a cultivos varios. El año pasado entregué 230 quintales de calabaza, tonelada y media de maíz y media tonelada de frijol.
“En el 2020 entregué más de 29 mil litros de leche y eso fue posible por el manejo del rebaño, separado por categorías, y el enfrentamiento a la sequía, con protección para los terneros y las vacas en ordeño; además de la garantía de agua y forrajes.
“Siembro King grass, pasto estrella, moringa y moreira. Tengo un pozo para la corraleta y el río pasa por la finca. Hay un molino de viento y una turbina. Por eso no siento preocupaciones con esta sequía tan intensa y así seguiré, produciendo alimentos”.
Ese es también el compromiso de los demás campesinos chaparreros -asegura Zaldívar Meneses- motivados ahora por un amplio paquete de medidas que aprobó el Estado para incrementar la producción de alimentos y beneficiar a quienes lo hacen posible.
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