Las Tunas.- Cual visitante fiel, otra vez el polvo del Sahara se percibe en una buena parte de Cuba y la provincia de Las Tunas no escapa de la llegada de ese fenómeno atmosférico que habitualmente se pasea por esta área geográfica desde finales de junio hasta mediados de agosto.
“No hay motivos para alarmarse, dice el reconocido meteorólogo tunero Alexey Moreno Borges, porque en esta oportunidad no será tan intenso como ocurrió en el año 2020. Tiene menor incidencia de partículas; o sea, no son altas concentraciones”.
En el pasado calendario, los residentes en los ocho municipios tuneros sintieron los efectos de las nubes generadas por las tormentas de arena y polvo del Sahara y el Sahel, las que avanzan desde el continente africano empujadas por los vientos alisios.
Ahora esa masa de aire seca durará menos, pero igualmente se alerta que puede ocasionar una bruma que imposibilitará la visibilidad a larga distancia. También serán perceptibles sus efectos nocivos a la salud humana, de manera especial a las personas asmáticas.
“Es muy recomendable -acota Moreno Borges- no exponerse al fenómeno y en caso de que se salga de casa, se sugiere hacerlo con protección”.
Como se ha informado en otros momentos, los impactos negativos del polvo del Sahara se concentran en la posibilidad de provocar enfermedades respiratorias, sobre todo, en los niños y adultos mayores de 65 años, con tos seca, dolor de garganta, secreción nasal y estornudos.
El también subdirector técnico del Centro Meteorológico de Las Tunas destacó que el hecho de que la zona esté bajo los efectos de ese fenómeno impide la formación o el fortalecimiento de los ciclones tropicales y recordó que rara vez ocurren en esta época del año.
