Movimiento 26 de Julio

Las Tunas.- Cuando ocurrió el ataque al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, una ola de júbilo revolucionario recorrió la geografía tunera. Sus células clandestinas se pusieron en estado de alerta para pasar a la acción cuando fuera necesario. En el ínterin, siguieron captando simpatizantes y realizando sabotajes.

"La mayoría de los asaltantes pasó por nuestra ciudad en los días previos al ataque a la fortaleza militar -recuerda Laudelio Reyes, veterano luchador tunero-. Incluso, el propio Fidel se detuvo en la cafetería El Néctar, que estaba al lado de la Plaza Martiana. Varios familiares de los atacantes se alojaron por aquellos días en el hotel Casino, en tránsito hacia Santiago de Cuba".

En 1955, cuando Fidel salió de la prisión después de ser condenado y encarcelado en el Presidio Modelo de Isla de Pinos por aquel glorioso suceso, Juan Pérez González, uno de los revolucionarios tuneros, se trasladó hasta La Habana para entrevistarse con él y poner el grupo a sus órdenes. El Líder le respondió que lo tendría en cuenta llegado el momento.

Los jóvenes hicieron contacto con militantes camagüeyanos por intermedio de Jesús Suárez Gayol y de Cándido González, dos tuneros que a la sazón vivían en la Ciudad de los Tinajones. También se entrevistaron con Pedro Miret y le transmitieron el deseo del grupo de sumarse al Movimiento 26 de Julio.

Poco después Fidel se exilió en México. Pero un enviado de la Dirección Nacional vino a Las Tunas y valoró sobre el terreno el nivel de organización de los revolucionarios. El visitante recorrió los poblados que integrarían luego la Séptima Zona del Movimiento. Así, fueron visitados Jobabo, Manatí, Vázquez, San Manuel, Puerto Padre, Delicias y Chaparra. Desde el país azteca, el máximo Líder orientó pasar de la actividad política a la actividad revolucionaria.

Lugar donde Frank País García, a finales de 1955, crea la célula del movimiento 26 de Julio (M-26-7) como la Séptima Zona de Victoria de las Tunas. se inaugura como Museo el día 30 de noviembre de 1995.A fines de 1955 llegaron a  Tunas Frank País, Léster Rodríguez y otros miembros de la Dirección del Movimiento en la provincia de Oriente. Se reunieron con los revolucionarios tuneros en el depósito de ron Pinilla. Después de escuchar el informe del grupo, Frank orientó crear células por sectores, con no menos de cinco miembros y no más de 10. Esa reunión fundacional aparece en la historia de la región como la que incorporó  la comarca al Movimiento 26 de Julio.

Luego todo marchó a velocidad de vértigo y la bandera rojinegra ondeó junto a la de la estrella solitaria. Las células tuneras entraron en acción y cumplieron las tareas asignadas por el alto mando del Movimiento. No pocos de sus miembros tomaron rumbo a la Sierra Maestra, después del desembarco del yate Granma por la costa sur de Oriente. Muchos cerraron filas en las columnas rebeldes que hicieron efectiva la invasión a occidente al mando de Camilo y el Che.

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