Las Tunas.- Las garras de la Covid-19 trastocan cada vericueto del planeta. El peligro inminente ante el contacto físico ha obligado en esta ocasión a variar la tradicional celebración religiosa del miércoles de ceniza (17 de febrero). La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Ciudad del Vaticano ha efectuado algunas modificaciones del rito con la finalidad de acatar las medidas sanitarias y de bioseguridad.
Los medios de comunicación en todo el mundo informan que en tal sentido el próximo miércoles el sacerdote pronunciará la oración de bendición de las cenizas e indicará a todos los presentes la fórmula del Misal Romano de manera general y no individual. Posteriormente, se impondrá las cenizas sobre la cabeza de los fieles, a fin de evitar el contacto físico.
¿Qué es el miércoles de ceniza y por qué se celebra?
El miércoles de ceniza marca el inicio de los 40 días de Cuaresma, en los que la Iglesia Católica convoca a los fieles a la conversión y a la preparación para vivir los misterios de la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo en la Semana Santa.
El acto de imposición de las cenizas a los fieles y creyentes católicos es realizado por un sacerdote o un diácono en la misa, al término de la homilía. Este acto sacramental puede ser recibido por cualquier persona creyente o no en la fe católica.
De acuerdo a la religión Católica el miércoles de ceniza es un día santo cristiano de oración y ayuno, siendo considerado el primer día de Cuaresma de acuerdo a los calendarios litúrgicos católico y anglicano (correspondiente a las seis semanas de penitencia antes de la Pascua o el período de cuarenta días previo en la Semana Santa).
Orígenes de la imposición de cenizas.
La imposición o colocación de cenizas surgió en los primeros siglos del Cristianismo. En el siglo IV se determinó la duración de la Cuaresma en cuarenta días, comenzando seis semanas antes de la Pascua. Para efectuar el cálculo de la fecha de la Pascua se usaba el Computus (denominado el domingo de "cuadragésima").
Ya en los siglos VI y VII se estableció el ayuno como práctica cuaresmal, destacando que desde los orígenes de la liturgia cristiana nunca se ayunó en domingo, por ser la celebración del día del Señor. Entonces se trasladó el comienzo de la Cuaresma al miércoles, previo al primer sábado del mes.
La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. A partir del siglo XI, la Iglesia en Roma impuso las cenizas como signo penitencial y de conversión, ya usado desde el Antiguo Testamento.
Datos interesantes
• Las cenizas utilizadas en la misa provienen de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior. Se queman los restos de las palmas, se rocían con agua bendita y luego son aromatizadas con incienso.
• En los primeros siglos de la Iglesia se colocaba la ceniza en la cabeza de los fieles, como un hábito penitencial para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
• Es una costumbre no lavar la ceniza de la frente hasta que esta desaparezca por sí misma, aunque no es de carácter obligatorio.
• El uso de la ceniza proviene de una antigua costumbre judía, mediante la cual las personas que habían cometido pecado cubrían parte de su cuerpo con cenizas. Como una forma de demostrar su ferviente deseo por alejarse de lo malo y acercarse más a Dios.
• Los griegos, los egipcios, los judíos y los árabes acostumbraban a cubrirse la cabeza de ceniza, en señal de luto o duelo.
Comentarios
Bendiciones.
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