Las Tunas.- Numerosos inconvenientes ha atravesado la campaña tabacalera 2023-2024 en la provincia de Las Tunas, pero la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco aplica alternativas que permiten incrementar los rendimientos y preparar las condiciones para próximos empeños.
Así lo resumió Yanelys Ramírez León, directora técnico-productiva de la entidad, quien agregó que en el mes de septiembre inició la riega de semilleros, como es habitual por esas fechas. Sin embargo, la siembra se atrasó por las lluvias que ocurrieron en octubre y noviembre."Fue muy difícil, pues en muchos lugares se perdieron los canteros por lo que las posturas resultaron insuficientes. Además, en el mes de noviembre fue que llegó el combustible físico a las bombas y comenzaron a prepararse las tierras que se destinarían al renglón.
"El grupo Tabacuba adoptó la medida de extender la campaña de siembra hasta febrero e inicios de marzo. Pero, como se sabe, en el primer trimestre el rendimiento es muy bajo. De todas maneras, logramos sembrar 102 hectáreas de un plan ascendente a 163.
"Ya se hizo el primer corte y ahora estamos atendiendo la capadura en algunas áreas, lo que ayudará a elevar los rendimientos. Esperamos que la próxima campaña sea mejor, pues ya se prepara la tierra para los semilleros y a eso se suman las bondades que se aplicarán próximamente".
Inmerso en muchos empeños está Orney Hernández Nazco, un productor que llegó de Sancti Spíritus con su mente cargada de sueños y también de conocimientos sobre el rubro, pero que hace apenas dos años se decidió a incursionar en él.
La primera vez sembró solo media hectárea y cuando cosechó, la motivación se lo hizo más sencillo. Calculó, analizó y decidió ampliar el cultivo de tabaco a dos hectáreas. No se arrepiente porque le ha ido bien. Y, poco a poco prepara las condiciones para multiplicar el éxito.
"La verdad es que me satisface lo logrado. Tengo más de mil cujes guardados y me estoy preparando para mil más de capadura. Luego de ese segundo corte, apuraré la preparación del terreno para tratar de incrementar las áreas porque este año comenzarán a aplicarse nuevas normas que se convertirán en beneficios.
"Con esas bondades, la siembra y posterior cosecha serán muy atractivas. Cumplir los parámetros de cantidad y calidad no será difícil y si se logra, se recupera la mitad de la inversión total. Lleva lo que hace todo campesino que se dedica a la agricultura, dedicación y vigilancia.
"Otra cosa, los bandoleros no roban los campos de tabaco por lo que no hay que hacerle guardias constantes. Los animales no se comen las plantas, existe un mercado seguro y, en el caso de aparecer plagas, se controlan con el paquete tecnológico que nos entregan, con fertilizantes, abono foliar e insecticidas.
"Tengo buenos suelos y suficiente agua subterránea que se bombea para el riego. Quiero sembrar más, pero antes necesito ampliar la casa de cura. Con eso basta. Me gusta sembrar tabaco y da negocio. El que se sume a la actividad no se va a arrepentir y el que tenga posibilidades y no lo siembre, es un bruto".
Como Orney, hay otros productores y trabajadores estatales, empeñados todos en consolidar el renglón, otrora con mayor presencia en el territorio tunero. Según el director de la entidad, Carlos Betancourt Almaguer, para ello la empresa concentra sus esfuerzos en las diferentes estructuras.
Precisó que cuentan con dos empresas filiales, cinco unidades empresariales de base y seis colectivos laborales agropecuarios. En el caso de las fábricas, se mantienen la Enrique Casals, del municipio de Las Tunas, y la Lázaro Peña, de Jobabo, con destino al consumo nacional. La Vidal Navas, de Puerto Padre, se dedica a la exportación y el taller de Maniabón cumple ambas funciones.