Las Tunas-. Bajo el lema "Prepararse para lo inesperado…" se celebró en Las Tunas el Congreso Itinerante de Nefrología 2023 dedicado al Día Mundial del Riñón, este 9 de marzo, y con la presencia de profesionales de varias especialidades médicas, residentes y destacados investigadores del país.
La cita académica mostró las buenas praxis de galenos cubanos y se enfocó, sobre todo, a la búsqueda de alianzas, desde el conocimiento para hacerle frente a un problema de salud que impacta negativamente en las familias cubanas.
El congreso propició el abordaje de la enfermedad renal crónica y la Nefrogeriatría desde enfoques asistenciales e investigativos, y primó el compromiso de los médicos de mantener servicios vitales con la calidad necesaria para proteger a las poblaciones más vulnerables.
Destacó en las presentaciones el galeno Miguel Almaguer López, profesor del Instituto Nacional de Nefrología, con una conferencia magistral sobre la enfermedad y su tratamiento en la Atención Primaria de Salud. El especialista significó la importancia de la detección y el tratamiento temprano de las personas que padecen estas patologías, y enfatizó el valor de la proyección comunitaria como un eslabón imprescindible para lograr prestaciones de excelencia, bajo el concepto de una esperanza de vida saludable, pues estudios revelan que el 10 por ciento de la población presenta afecciones del riñón.
El doctor Raúl Herrera Valdés, investigador de la propia institución nacional, expuso que en el actual panorama epidemiológico, tras los azotes de la covid-19 existen estudios que demuestran que la enfermedad ha dejado altas secuelas renales, lo cual impone investigaciones al respecto en aras de detener su progreso.
En el marco académico se reflexionó sobre el hecho de que hoy en Cuba una de cada 10 personas padece de enfermedad renal crónica, y están dispensarizados unos 30 mil pacientes, y entre tres mil y cuatro mil reciben tratamiento dialítico y son beneficiados por trasplante renal.
El congreso deja un saldo positivo en la provincia y apunta hacia el fomento de espacios de convergencia investigativa, clínica e intervencionista, así como alianzas entre estos profesionales y las sociedades científicas para enfrentar los retos más apremiantes en materia de salud.
