Las Tunas.- El Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) cierra el año 2023 con las miras enfocadas hacia la disminución del embarazo en la adolescencia, una de las principales problemáticas que en suelo tunero inciden directamente en el bienestar de la futura mamá y el recién nacido.
La doctora Norkis Sánchez Alonso, especialista de Segundo Grado en Medicina General Integral (MGI) y directora de Asistencia Médica, Medicamentos y Tecnologías de la Salud, comentó a 26 que aunque se vislumbra una menor cantidad de embarazos en edades tempranas que en el calendario anterior, la provincia sigue aportando una de las mayores tasas del flagelo a nivel de país.
"Es un imperativo lograr alianzas desde la asistencia médica para una comunicación asertiva que visualice el embarazo en la adolescencia como un problema real -puntualizó la directiva. Debo alertar que muchas familias actualmente lo han normalizado, incluso, ignorando las comorbilidades que traen asociadas y ponen en riesgo la vida no solo del bebé, sino de la gestante.
"Los municipios de Jobabo y Majibacoa aportan las mayores incidencias, incluso, de embarazos en edades muy tempranas entre los 12 y 14 años de edad. Venimos trabajando con Educación, desde la capacitación a los docentes, la promoción de salud e intervención en los centros con los grupos etarios más vulnerables y se ha logrado un impacto positivo, comenzamos en enero con 82 embarazos y han disminuido las cifras, aunque aún resta mucho por hacer".
Sánchez Alonso expuso que en el territorio se ha tenido un segundo semestre con muy buena cobertura de métodos anticonceptivos, potenciados por una estrategia de país, pues Las Tunas está entre los 50 municipios de la Isla con la situación más compleja a causa de esta problemática.
La protección de los estándares de los adolescentes, programa que se desarrolla con éxito desde el área de Salud del policlínico Gustavo Aldereguía de esta ciudad, ha impactado en el PAMI y es de referencia nacional. Ha aportado recursos y herramientas para mejorar la atención integral a ese grupo etario. Las buenas nuevas dicen que Jobabo se ha sumado a esta experiencia.
Desde el servicio de Perinatología del hospital Ernesto Guevara reincide la alarma de que cada vez es más frecuente en la institución enfrentar gestantes adolescentes, que son las que más se complican en el proceso porque fisiológicamente no están preparadas y tienen factores de riesgo para desencadenar patologías como las preeclampsia, que por lo general las llevan a Terapia Intensiva.
Durante el año 2023, 113 puérperas ingresaron en las terapias intensivas, número superior al de calendarios anteriores, de ellas, 31 eran adolescentes, para un 27,4 por ciento. La realidad tunera alerta que el embarazo en la adolescencia entraña un peligro que acecha, con incidencias, incluso, en los indicadores de muerte materna.
