embarazada rey

Las Tunas.- No alcanzaron los esfuerzos este 2021 para mantener los resultados del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), o al menos eso muestran los números que sirven para cuantificar que los puntos vulnerables siguen siendo, más o menos, los mismos desde hace varios calendarios. Pero esta vez marcados por una pandemia que ha trastocado todos los escenarios de la vida, acaparando el protagonismo de los procesos, tanto en la Atención Primaria de Salud como en los hospitales.

Visto así, no es casual que Las Tunas haya cerrado el año con una tasa de mortalidad infantil de 8,7 por cada mil nacidos vivos, por encima de la media nacional (7,6), y ¡la más alta desde 1997!  La cifra de los fallecidos menores de 1 año duplicó los decesos ocurridos en el 2020, uno por complicación de la Covid-19 y tres fueron hijos de madres que enfermaron de Covid-19. Ello muestra la necesidad de repensar el estilo de trabajo a tono con las actuales circunstancias que ha impuesto el nuevo coronavirus.

En este lapso se contabilizan cuatro mil 687 nacimientos, 355 menos que los 12 meses precedentes, una tendencia que ya ocupa varios almanaques, y demuestra la urgencia de priorizar el Programa de Atención a la Pareja Infértil.

Sin paños tibios lo expone la doctora Osmara López Borrero, jefa de la Sección Materno-Infantil de Las Tunas. Las principales causas de esta elevada tasa de mortalidad han sido el bajo peso al nacer, los partos pretérminos, el crecimiento intrauterino retardado y el embarazo en la adolescencia. También suman defunciones en menores de 1 año por malformaciones congénitas.

Mientras, se contabilizan tres muertes maternas, por complicaciones de la Covid-19 y una relacionada con el parto. "Este año alrededor de 500 embarazadas se contagiaron con el SARS-CoV-2, y de ellas no pocas tuvieron partos pretérminos, abortos… fetos muertos. Todavía falta mucho por esclarecer respecto a la enfermedad y sus secuelas en las gestantes y el feto", explica.

"No es un secreto que hemos vivido momentos muy duros relacionados con el coronavirus y todo lo que representó para el Sistema de Salud. La asistencia se centralizó en el nivel primario de atención y se abrieron centros de aislamiento que precisaron recursos humanos de los consultorios, además de las demandas de la vacunación masiva.

"De manera que tenemos que crecernos y aprender a trabajar en medio de esta situación epidemiológica, y vamos en ese camino, pues no podemos pensar que la pandemia terminó".

Son varias las aristas por fortalecer, que incluyen la calidad de la atención prenatal, la evaluación de los riesgos en las embarazadas y la aplicación de protocolos. La Atención Primaria de Salud (APS) constituye un escenario neurálgico que debe rescatar sus conceptos fundacionales para dejar de ser el talón de Aquiles del programa.

Es allí donde se prestan los primeros servicios de Salud, a partir del control del riesgo reproductivo, esa intervención que necesita la pareja para enfrentar en condiciones óptimas la gravidez. "Nos preocupa el incremento del embarazo en la adolescencia, pues no es edad para involucrarse en el proceso reproductivo, y hoy el 21 por ciento de nuestras gestantes están en este grupo".

Mortalidad infantil 1989 2021PARA RENCONTRAR EL CAMINO

Las líneas de trabajo, en primer lugar, buscan reforzar la APS con la guía de la Dirección Provincial de Salud. En el nivel secundario también se trazan estrategias a fin de consolidar los principales servicios relacionados con el PAMI.

Revertir el actual panorama no solo depende de los profesionales de Salud, sino de la integración de los diferentes sectores, desde el trabajador social hasta los actores de la comunidad. "Necesitamos que se cumplan las indicaciones médicas; algo que nos afectó este año fue la negativa de las pacientes a ingresar en hogares maternos, hospitales, y en ello es esencial el apoyo del esposo, padres…", comenta López Borrero.

Independientemente de que hay un déficit importante de recursos materiales, dice, siempre se buscan las alternativas para priorizar la Atención Materno-Infantil. "La reducción de los números representa satisfacción y felicidad para las familias tuneras, y tenemos el compromiso de mejorar estos resultados".

Detrás de las cifras está el daño imperecedero de familias que ya no volverán a ser las mismas. Se halla el desvelo de unos cuantos que no pudieron ver el fruto de su labor, y debieron cargar sobre sus hombros la responsabilidad de quienes no cumplieron su parte; mas existe la voluntad de rectificar errores, adaptarse al actual escenario e impulsar este programa, esencia del sistema social cubano.

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