El Gobierno del ultraliberal Javier Milei siguió el mismo camino iniciado por la administración Donald Trump y decidió salir de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una decisión justificada bajo el argumento de sumar "soberanía en materia sanitaria y en las políticas del sector".
La salida de la OMS, según la visión del vocero presidencial, Manuel Adorni, "le da al país mayor flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto de intereses que requiere Argentina, mayor disponibilidad de recursos y reafirma nuestro camino de soberanía también en materia de salud".
En sus redes sociales, Milei se sumó al anuncio de su portavoz con un contundente mensaje.
"Nunca nos olvidaremos que fueron los ideólogos de la cuarentena cavernícola que implicó, acorde al Estatuto de Roma de 1998 (Artículo 7k) cometer, en complicidad con todos los Estados que tomaron sus directivas, uno de los crímenes de lesa humanidad más estrafalarios de la historia", denunció el mandatario.
"Por eso hemos decidido salir de un organismo tan nefasto que fue el brazo ejecutor de lo que fue el mayor experimento de control social de la historia", agregó Milei en un posteo publicado en su cuenta de Instagram y replicado en X.
La iniciativa, que será instrumentada por el canciller Gerardo Werthein, "se sustenta en las profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria durante la pandemia", sostuvo el vocero Adorni.
La decisión se enmarca en un debate sobre el rol del organismo, especialmente sobre su respuesta ante la emergencia global que implicó la irrupción del coronavirus.
Durante la pandemia, Milei -que todavía no tenía cargos públicos- solía participar de las marchas contra la cuarentena, que rompían la normativa vigente en ese momento y que se hacían sin distanciamiento social.
La idea era reclamar contra el Gobierno de Alberto Fernández (peronismo, centroizquierda) y también exigir el levantamiento de las restricciones.
Ante la mirada de los expertos, la salida de la OMS se trata de una decisión que afectará la gestión de la Salud Pública. Ya que los consensos sobre los que se gestionan las políticas sanitarias emanan de expertos internacionales.
Entonces, implica la redefinición de lineamientos, acuerdos y estrategias locales y regionales.
La salida de la OMS incluye la necesidad de replantear acuerdos clave como la compra de insumos o la participación nacional en consorcios internacionales para la adquisición de vacunas o medicamentos, actualmente legitimados por la OMS a nivel global y por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el ámbito regional.
El ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, señaló que Argentina "no recibe financiamiento de la OMS y aunque algunos proyectos de cooperación técnica pueden recibir financiamiento, estos se gestan mediante la OPS. Es importante destacar que salir de la OMS no significa salir de la OPS que es prexistente y depende de la Organización de Estados Americanos (OEA)".
"Estamos ante un cambio de época, y hay que estar a la altura de estos cambios", enfatizó el ministro.
El Gobierno de Milei aclaró que no está en riesgo la compra de vacunas por parte de Argentina para enfrentar las enfermedades inmuno-prevenibles. El ministerio de Salud de la nación garantizó la continuidad del Calendario Nacional de Vacunación.
Dirigida por el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, la OMS creada en 1948 tiene ocho mil profesionales que presenta como "los mayores expertos en Salud Pública del mundo" y trabaja con 194 Estados miembros, en 150 lugares del planeta.