Las Tunas.- Saimy K. Torres comparte la pasión de Tina Modotti. Al igual que la artista italiana, le gusta fotografiar los temas sociales, aunque ha experimentado con otros. Y hasta en el físico tiene cierto parecido con el amor de Mella: pelo, cascada al hombro, ojos que hablan y ese aire desenfado que transmiten las mujeres seguras, conscientes de su tiempo, espíritus libres.
Hoy la galería Guernica, de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), exhibe su primera exposición de fotografía. Se trata de 11 imágenes que exhortan a la reflexión sobre la violencia en sus múltiples manifestaciones, tanto dirigida a las mujeres como a los hombres.
Y no por ser el debut en ese apartado, significa que es la primera vez que se asoma a este universo, pues la graduada de la escuela de instructores de arte Rita Longa (2004) tiene varias instantáneas, de tópicos variados, aún inéditas.
Binum Acies es el nombre de la expo, que en latín significa “filo doble”. “Trato el tema de la violencia de género, e incluso, de la racialidad, porque es un deber denunciar la agresión doméstica, económica, sexual…”, confiesa la autora. “En esta ocasión trabajo con modelos humanos, que son músicos, bailarines, actores y actrices de nuestro territorio”, agrega.
Su intención “no es ser inclusiva para estar a la moda, sino hacer un llamado a la sociedad sobre el hecho de que esos son asuntos que nos atañen a todos”.
Ella, aunque en los últimos tiempos ha estado inmersa un poco más en la literatura, tiene en su haber dos exposiciones anteriores en materia de artes plásticas, mas realizadas ya hace algunos años.
GÉNESIS
¿Cómo nacen sus primeras inquietudes por la afición de Daguerre? Según me cuenta, la fotografía creativa fue el punto de partida, apoyada en montajes y collages. Pero hoy está más entregada a la arista realista, sin perder la singularidad. Como dato curioso, cuando va a ilustrar un libro realiza fotos previamente para ayudarle a diseñar el producto final.
“Mis primeros trabajos fueron más bien naturalistas. Tengo una muestra inédita llamada Mundos, con la mirada puesta en la contaminación ambiental: grandes basureros, pantanos, lodazales…; y otra, nombrada Huellas, también ambientalista, en la que apoyo el mensaje con huellas, literalmente hablando. 
“Siempre me ha inquietado lo relacionado con el lente por el amplio espectro que tiene, por la cantidad de ideas y expresiones que puede comunicar”, explica la también vicepresidenta de la AHS en la provincia.
Saimy habla de otras metas en agenda. Actualmente incursiona en el audiovisual y tiene un proyecto de animación junto a su hijo mayor, que está relacionado con la violencia de género. Ellos pretenden realizar un corto”.
Cuando le pregunto si existe alguna razón personal en su interés por el tema, amén de la misión social que tienen los artistas, me responde: “Sí, en algún momento de mi vida fui violentada. No quiero que otras mujeres sientan lo que yo sentí, por eso no puedo dejar de decir”. Sin comentarios. Todos y todas en algún momento hemos sido víctimas de ese flagelo.
“Utilicé el cuchillo en las fotos como elemento simbólico que, al unísono, es un objeto cotidiano, hogareño, cercano. También lo saco de contexto y le doy otra utilidad, por ejemplo, como espejo, como símbolo fálico, o de poder y agresión. Además, apoyo la escena con fondos oscuros, para realzar las ideas”, apunta.
Una de las protagonistas de las imágenes es Claudia García Tamayo, actriz del grupo Total Teatro. Sobre su experiencia como modelo para esta exhibición, afirma: 
“La muestra toca un tema delicado, pero muy importante, pues es una realidad mundial. En cuanto a lo profesional fue un trabajo difícil, tuve que prepararme para las distintas poses; una experiencia provechosa. Qué bueno que se trabaje desde la veracidad y por el bien colectivo”. Ella resume el sentir de los que asisten por estos días a la Casa del Joven Creador de Las Tunas.
Mientras, Saimy K. Torres sigue su camino en la cultura. La acompañan, quizás sin saberlo, las musas de la Modotti y otras más contemporáneas. No abandona las letras (donde ha ganado lauros como el Premio Principito, de literatura infantil) ni su carácter descubridor en las artes, además, convierte también palabras en imágenes. Frente a esas últimas creaciones habla un ser sin rostro (podría ser cualquiera). Su mensaje pudiera empezar así: Yo quiero decir… ¡basta!
