Las Tunas.- El viernes 26 de abril concluye en la provincia de Las Tunas el proceso de fortalecimiento de las juntas directivas de las cooperativas de producción agropecuaria (CPA) y de créditos y servicios (CCS), convocado por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
En asambleas en las 159 unidades se elige una sola estructura de dirección, lo que redunda en mejores condiciones para la contratación de las producciones, la entrega de leche, carne vacuna a las industrias Láctea y Cárnica y en las tareas propias del sector cooperativo y campesino.
Michel Peña Infante, miembro del Buró Provincial de la organización, explicó que en las reuniones también se analiza el plan de acciones de cada cooperativa para corregir las distorsiones, enrumbar su economía y alcanzar una mayor solvencia financiera.
Acotó que, concluido el proceso, las entidades regresan al carácter fundacional que definió el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que está basado en la responsabilidad de la ANAP en la atención a las tareas económicas, políticas y sociales de las unidades, los asociados y las comunidades rurales.
José Luis Aballe Campos fue ratificado como presidente de la CCS Josué País García, del asentamiento de Barranca, en el municipio cabecera. Allá, junto a los 229 asociados, pretende que la unidad se mantenga como el centro del quehacer comunitario.
“Tenemos 150 fincas, dedicadas en su mayoría a los cultivos varios. Aunque lo hemos hecho, ahora se impone prestar más atención al uso y control de la tierra para lograr que se aprovechen de manera adecuada y que el destino final de los alimentos sea la población.
“Además de nuestra misión productiva, la cooperativa realiza donativos a las casas de niños sin amparo familiar y los hogares maternos y de ancianos, y acompaña diferentes actividades en las escuelas, los consultorios médicos y los círculos sociales. También prioriza a los jóvenes, pues son la cantera del futuro”.
En la CCS Omar Pérez Pérez, de San Gregorio, los 86 asociados mantuvieron las riendas de la cooperativa en las manos de Yudmila Arias Ramírez, quien considera que uno de los principales beneficios es la unión de las tareas de la organización con las orientaciones que llegan desde el Ministerio de la Agricultura (Minag).
“La junta directiva pretende controlar mejor el uso de la tierra, la contratación y la comercialización de todos los renglones, así como consolidar la gestión de las brigadas entre la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y la ANAP, y enaltecerlas por su aporte en las tareas que emprendemos.
“Aquí nos reunimos en asambleas cada dos meses y todos juntos hacemos que la unidad esté presente en las actividades culturales y deportivas, los proyectos comunitarios y las principales instalaciones del barrio, porque tenemos una responsabilidad social ante los habitantes”.
Con el fortalecimiento de las juntas directivas, en las cooperativas del territorio tunero se consolidan el control y las políticas agrarias del Estado y del Gobierno, a la vez que se impulsan proyectos de desarrollo local y se aplican alternativas para sacarle más provecho a la tierra, aunque falten los sistemas de riego, muchos insumos y hasta las precipitaciones.
