Las Tunas.- Una representación de la casa iberoamericana de la décima El Cucalambé, de esta provincia, viajará a Veracruz, México, desde el 25 de julio hasta el 31 de agosto, con la intención de estrechar lazos culturales con instituciones artísticas de esa demarcación.
Según anunció Ramón Batista López, director de la institución local, los vínculos con la tierra azteca se remontan a 1996, cuando figuras de aquí participaron en el Festival Iberoamericano de la Décima, con génesis en el Balcón de Oriente, tres años antes. En 1996 fuimos allá Carlos Tamayo, Renael González, Jesús Orta Ruiz (el Indio Naborí), yo y otras personas.
"En el calendario anterior, de hecho, fue cuando se propuso que el Indio Naborí fuera el Premio Nacional de Literatura y que este evento se realizara un año en Cuba y el siguiente en otro país. Y, en 1997, vino una delegación mexicana al Festival Iberoamericano de la Décima en Las Tunas, incluido en la Jornada Cucalambeana. 
"Así conocimos a Nicolás García Flores, poeta y promotor cultural veracruzano, quien tenía una finca llamada Martha Elena, muy parecida a El Cornito. A partir de 1998, gracias al apoyo de este señor, empezaron a viajar artistas cubanos hacia allá, se realizaron proyectos de colaboración e hicimos un hermanamiento mantenido durante muchos años", dijo Batista.
Narra el directivo que en el 2009 el evento se movió hacia el Estado de Querétaro y siguieron fortaleciéndose los lazos culturales, que duraron por varios calendarios. "En el 2017, debido a la situación del país y, luego, con la llegada de la pandemia, se interrumpió un poco la relación. Ahora, por iniciativa propia de personas de Veracruz que conocen al poeta improvisador Dimitri Tamayo y a otros cultores de tradiciones, se nos dio la posibilidad de retomar el vínculo con esa tierra, específicamente con el municipio Santiago Truxtla, con una tradición enorme en el cultivo de la décima", apuntó.
Con la intervención de la Dirección de Cultura de esa demarcación se concretó el sueño de un evento, emanado de las fiestas titulares en tributo al apóstol Santiago, un santo muy venerado en esa nación. La idea es que participen decimeros jóvenes (así le llaman allá a los poetas) y se contribuya a la consolidación de buena parte de ese folclor.
"Se pretende que la delegación de Las Tunas en esta oportunidad participe en los festejos, insertado en un encuentro de decimeros que homenajeará a un destacado poeta veracruzano, así como en otros espacios. Además de estrechar lazos con una institución internacional existente en ese lugar, que impulsa talleres de formación al igual que nuestra Casa de la Décima.
"Es muy importante para nosotros asistir, tanto para nutrirnos de una cultura tan sólida como para consolidar el intercambio de experiencias entre los pueblos. En nuestro caso mostraremos saberes en torno al cultivo de la décima, el trabajo con las nuevas generaciones, la tradición en defensa del punto cubano y otros tópicos. Dimitri Tamayo, por citar un ejemplo, fue uno de los fundadores de los talleres de repentismo en el Balcón de Oriente.
"Nos acompaña también Benito Leyva Martínez, instrumentista destacado aquí, preocupado -además- por formar a noveles talentos. Pensamos impartir conferencias y charlas que contribuyan a vislumbrar nuestro quehacer y a diseminar conocimientos, e insertarnos en espectáculos y otras presentaciones culturales", agregó Ramón Batista.
El líder de la institución tunera que defiende el legado de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé), mayor poeta bucólico del siglo XIX en Cuba, explicó -asimismo- que será un escenario idóneo para promover la participación en la Jornada Cucalambeana del 2024, máxime cuando México ha aportado por tradición una de las delegaciones foráneas más numerosas durante la Fiesta Suprema del Campesinado Cubano.
También deviene recordatorio y homenaje a figuras que ya no están físicamente, pero dejaron huellas como el Indio Naborí. "Este fundador de la Jornada Cucalambeana nace casualmente el mismo día en que se funda la ciudad de Las Tunas, el 30 de septiembre (pero obviamente de otro año).
"Él es un símbolo para nuestros países americanos en materia de décima. Recuerdo lo que significó para México tenerlo de visita en el 96. Hasta le dedicó un poema enorme, ya estando invidente. En el año 98 -incluso- en un encuentro en ese país se le rindió honores, con la participación de poetas importantes de Cuba como Waldo Leyva y la participación de cinco países. El Indio Naborí es un eslabón insoslayable para que la décima viva y se extienda por el mundo. Por eso su legado nos acompaña siempre".
La casa iberoamericana de la décima El Cucalambé a lo largo de la historia ha estrechado vínculos con entidades de otras localidades mexicanas, entre las que figuran el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, y el Museo Histórico de la Sierra Gorda, que "sentaron las bases para las jornadas iberoamericanas de niños poetas y versadores, donde Las Tunas ha tenido un papel preponderante, incluso como parte del comité organizador".
En iniciativas acaecidas en Argentina, Venezuela y otras naciones también ha estado la huella de nuestra Casa de la Décima, que en diciembre próximo arribará a sus tres décadas, en defensa de la identidad cubana.
