reloj2

Las Tunas.- Es, sin dudas, una excelente noticia. Tras años de dislates y asuntos diversos, el emblemático reloj que luce en los altos del museo provincial Mayor General Vicente García González, vuelve a marcar la hora. Un empeño que ha involucrado durante meses a un nutrido grupo de personas y ha liderado, con una pasión que no esconden sus ojos, el artista holguinero Jorge Luis Betancourt Sánchez.

El creador, apasionado de la historia, el patrimonio, visitante asiduo de los museos, defiende “que hay relojes que son marca de las ciudades que habitan”. En este empeño, realizó un trabajo intenso para concretar el regalo precioso que se le ha hecho a la urbe, pocos meses después de que esta arribara a su cumpleaños 225 y llegara a su centenario el edificio añejo que acoge el reloj y la define, tal vez, como ningún otro sitio.

Razones que avalan también el beneplácito de saber que, en reunión de la Comisión Nacional de Monumentos, fue declarado el inmueble como Monumento Local. Un suceso que difundieron sus trabajadores en las redes sociales con mucho regocijo.

Pero volvamos al reloj, entrañable lector, y al regalo precioso que Jorge Luis, su esposa cómplice y su equipo de trabajo, le han hecho a Las Tunas. 

vitrolas1“Ha sido un proceso largo, no era momento de improvisar. Allá arriba, con la mejor fe del mundo, se había trabajado antes en la reparación del reloj, pero de manera empírica y sin manos especializadas. Entonces nos dimos a la tarea de redimensionar mejor, de acuerdo con el orificio de la esfera.

“Decidimos no hacerla con los números convencionales, sino utilizar los romanos que tienen una mayor relación con las características del inmueble. Y en el caso de las manecillas, el minutero y los horarios, buscamos a un especialista que bajó desde Internet los modelos de agujas que podían estar acordes con el tipo de arquitectura del lugar.

“Las agujas fueron hechas en una plantilla, luego caladas por un profesional en aluminio y de ahí, a lima, las llevé a su estado actual. El trabajo de contrapesar las manecillas fue muy minucioso.

“Logramos toda la restauración de un mecanismo que es antiguo, marca internacional del año 1905, con un péndulo de tres libras, muy pesado, lo que hace que tengan una gran cadencia y marcha. Por esa razón es difícil que se detenga el mecanismo si hay algún problema allá arriba, incluso, el paso de un ciclón.

“Fue preciso corregir los desgastes, ser detallista con la limpieza, utilizar el lubricante que debe llevar todo el mecanismo. Además, construimos un gabinete de madera para protegerlo del polvo. Y estamos muy felices con el resultado”.

Ahora toca a los tuneros el arte mayúsculo de conservar. Y eso, también hay que hacerlo bien para que tengamos reloj por mucho tiempo. El artista tiene la esperanza puesta en Castillo, un hombre al que define como “noble trabajador del museo” y al que personalmente dio las indicaciones de cómo dar las ocho medias vueltas que son precisas en el mecanismo todas las semanas, en el sentido correcto; y le recordó la necesidad de lubricarlo, como mínimo, una vez al año.

Pero no es el único regalo del artista para Las Tunas. Ya cuece otro, igual de noble, y comprende la restauración total del cañón que ahora está en el parque Vicente García y acompañó a los mambises en la Guerra Necesaria. Y no en un episodio cualquiera; sino en la toma de Las Tunas, liderada con Calixto García, que fue detonante para la capitulación española en Cuba.

Cuentan que el artillero principal fue el joven José Francisco Martí Zayas Bazán, el hijo de Apóstol, y quien quedó sordo de un oído en el fragor del combate, disparando el cañón.

“Hay que estudiar los antecedentes de las piezas y de los objetos que restauramos. Y, por eso, cuando asumimos algún proyecto en museos, primeramente se hace un levantamiento para escribir la ficha histórica de la pieza.

“El cañón fue utilizado de manera muy importante y más de una vez. Es muy digno que permanezca en una sala, con sus ruedas, su cureña de madera, y no esté a la intemperie. Estoy seguro de que el sitio donde se exponga ganará ante la robustez de la pieza. En eso estamos trabajando para lograr, a fines de enero próximo, devolverle a la provincia ese cañón restaurado”.

vitrolas4A Jorge Luis, en su visita a Las Tunas, también le acompañan las vitrolas. Porque, junto a su labor restauradora, el artista es el creador del Proyecto Casa de la Vitrola y en una de las salas del museo exhibe por estos días una representación de su trabajo en ese sentido, bajo el nombre Huella eterna, que es todo un lujo de ver y un homenaje confeso del creador al aniversario 101 del natalicio de Alicia Alonso.

“Para mí siempre han sido una pasión los antiguos reproductores. Y desde que comencé a hacer mis exposiciones me percaté de que al público le llamaban mucho la atención y, casi sin proponérmelo, la colección fue creciendo hasta que logré hace dos años crear ese proyecto que tenemos en la provincia de Holguín”.

Distintos modelos dan vida a la muestra que recomendamos desde 26. Una ocasión para disfrutar la música añeja y, de paso, alzar la vista al entrar al museo y saber la hora exacta que marca el reloj más simbólico de esta comarca oriental.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar