Las Tunas.- ¿Por qué los ganaderos no siembran la comida que requieren sus animales? ¿Qué apoyo dan los diferentes organismos de Las Tunas a esos productores? ¿Cuáles son las causas de la baja natalidad? ¿Cuántos análisis se hacen de las muertes vacunas?
Con esas y otras interrogantes el vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca favoreció el debate en una reunión que presidió para analizar los principales indicadores de la ganadería en la provincia y las trabas individuales y colectivas que impiden consolidar la actividad.
"La raíz del problema es que muchas veces trabajamos con los números y no con los productores. Son el factor principal para obtener más leche y carne y hacia ellos hay que dirigir la actuación de las empresas Eléctrica y de Seguros, el sector bancario, Recursos Hidráulicos, Vivienda y otros organismos.
"Todos los problemas no se pueden resolver en un día; pero poco a poco sí es posible. Lo cierto es que no puede haber ganadería amarrando a los animales cuando cae la tarde, muchas veces sin agua ni comida. A los tenentes hay que ponerles al lado un extensionista agrario, buscarles las semillas y capacitarlos".
El territorio tunero hoy registra una situación complicada con la crianza de ganado mayor. Para ilustrar esa afirmación basta decir que en lo que va de año se reportan más de 11 mil 500 muertes y que la natalidad apenas se cumple al 41 por ciento de lo planificado.
Hasta el momento se incumplen los planes de entrega de carne y leche y la contratación de las producciones correspondientes al año 2023 apenas alcanza el 14 por ciento, lo que es una responsabilidad directa de las empresas Cárnica y de Productos Lácteos.
Por ello, Tapia Fonseca consideró que la solución es un mayor vínculo con los tenentes de ganado, que haya unidad en torno a ellos para resolver sus problemas y, sobre todo, que se hagan análisis con los incumplidores y que antes de finalizar el año se liquiden los serios impagos, tanto en pesos cubanos como en moneda libremente convertible.
Dijo que falta integralidad y acción enérgica de muchos factores, especialmente de los dirigentes de la actividad agropecuaria, quienes no hacen conteos a la masa vacuna y carecen de un diagnóstico productor por productor, lo que propicia que no se inscriban algunos nacimientos de terneros en los registros de control pecuario.
A efectos legales, ese es un delito. Y también lo es el hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor, una problemática en los ocho municipios tuneros que solo hasta el mes de octubre ha sacado de los ciclos reproductivos y productivos a unos dos mil 580 animales.
A ese tema se refirieron una decena de ganaderos privados y estatales que asistieron al encuentro, comprometidos a producir en cualquier circunstancia; pero víctimas de hechos de ese tipo, protagonizados por grupos de individuos que amenazan, roban y en ocasiones no reciben la condena que merecen.
Presente también en la reunión, el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, señaló la falta de exigencia y control por parte de los responsables de la actividad y dijo que el exceso de burocracia ha impedido que se conozcan las 63 medidas aprobadas para dinamizar las producciones agropecuarias.
Acotó que esas disposiciones son para enamorar a los productores y concretamente se refirió al hecho de que aún no se conozca la cuantía de créditos que puede otorgar el banco para erradicar el marabú en áreas ganaderas y que, de más de nueve mil propietarios, solo sacrifican animales unos 256.
Al término de la reunión, el gobernador de Las Tunas, Jaime Chiang Vega, dijo que el éxito está en solucionar los problemas de dirección, empezar el 2023 sin deudas y erradicar las dificultades. Por su parte, Reynaldo Luis Rivero Álvarez, miembro del Buró Provincial del Partido señaló que el programa ganadero decide el desarrollo del territorio y hay que perfeccionarlo con prontitud.
