Las Tunas.- La producción de alimentos se ha convertido en una tarea de primer orden en la provincia de Las Tunas y para lograrlo hay dos retos fundamentales: que cada persona que se dedique a la actividad sea capaz de hacer un mayor esfuerzo y que, de conjunto, sea menor el impacto de la escasez de fertilizantes químicos y otros nutrientes para multiplicar los rendimientos de las cosechas.
Por eso cobra mucho valor la lombricultura, labor que tuvo al territorio como uno de los más aventajados del país a inicios del actual siglo. Por ejemplo, en el 2003 se produjeron más de 100 mil toneladas de humus, empleadas en la fertilización de diferentes renglones.
Aunque el movimiento agroecológico De Campesino a Campesino convoca a la producción de abonos orgánicos, en el territorio tunero, esa práctica, tan beneficiosa como necesaria, no se aprovecha actualmente en todas sus potencialidades por diferentes razones.
Pero, las urgencias económicas de este año 2020, más el impacto de la crisis sanitaria por la enfermedad Covid-19, obligan a rescatar alternativas que deberíamos aplicar con más frecuencia.
UNO DE LOS MEJORES EJEMPLOS
En varias hectáreas de los ocho municipios tuneros hay valiosas experiencias del uso del humus de lombriz, ya sea sólido o lixiviado (concentración líquida), para contrarrestar la poca fertilidad de los suelos locales y el bajo régimen de lluvias que convierte al territorio en uno de los más secos del país.
Puerto Padre sobresale en la actividad, no solo para sustituir los fertilizantes químicos, sino para obtener alimentos más sanos que beneficien la salud humana, en momentos de gran contaminación ambiental y de incremento del cambio climático. 
Yoel Puig Gallard está al frente de la finca de lombricultura La Veguita, la que -a simple vista- parece un sembrado de plátanos. Pero, bajo la tierra de los canteros, a escasos centímetros, están las lombrices.
"El cantero se hace entre las carreras de plátanos. Tenemos 36, aunque actualmente explotamos 18, porque no disponemos de suficiente sombra y el resto se incorporará a la producción en enero del 2021.
"El proceso dura aproximadamente tres meses y 20 días. ¡Y enamora! Además, aunque no lo parezca, es sencillo".
Ante el asombro de la reportera, hubo una sonrisa como respuesta. Luego aparecieron las preguntas:
¿Cómo se obtiene el humus de lombriz?
"Es fácil. Al cantero se le pone el estiércol de ganado. Luego se extraen las lombrices de la canoa y se siembran como si fueran semillas. Durante siete días se les riega con agua y luego se vuelven a alimentar con estiércol. Eso se repite hasta que tengan dos o tres metros de altura y haya pasado el tiempo planificado.
Entonces no se echa más agua para que los animales suban. Se sacan con una malla y se vuelven a poner en las canoas. Ya en ese momento el humus está listo para acopiar".
¿Qué destino tiene esa producción?
"Cada cantero da entre cuatro y seis toneladas. No es suficiente; pero, es una cantidad considerable. Nosotros la comercializamos con las diferentes formas productoras del territorio y algunos organismos que están haciendo parcelas para el autoconsumo.
"También se vende a los campesinos. La gente anda desesperada, buscando".
¿Es muy difícil atender las lombrices?
"Para nada. Imagina, por cada metro cuadrado hay unos cinco mil ejemplares. Son unas cuantas. Este es un trabajo normal y no da asco, como muchos suponen. Cuando comienzas más bien te gusta andar ahí.
"Trabajamos con la variedad Roja africana y, aunque menos, también tenemos Californiana. Lo mejor de todo es que, si por accidente ellas se dividen en dos, son capaces de completar la parte que les falta. Y como son hermafroditas, para que se reproduzcan solo se requiere que haya dos.
"Además de atender a los animales, los siete trabajadores también cuidamos lo que tenemos. ¡Mire qué linda está la finca! Hasta sembramos flores de jardín para que todo esté más bonito".
¿Cuál es la forma que tienen los productores para iniciarse en la lombricultura?
"Cada campesino puede tener su área de lombricultura. Casi todos tienen ganado y con agua pueden hacer su humus porque está demostrado que es un producto especial para las siembras.
"Nosotros podemos venderles el pie de cría. Ya eso lo hemos hecho con algunas cooperativas y sería ideal, ahora que no hay fertilizantes ni plaguicidas".
PRODUCIR MÁS HUMUS ES UN DEBER
El humus se obtiene de las excretas de la lombriz de tierra y es, según expertos, el mejor entre todos los fertilizantes naturales, por los excelentes resultados que se alcanzan luego de su aplicación en las hortalizas, el tabaco, los frutales y otros cultivos.
Consciente de ello está Mabel Santiesteban Cordoví, delegada del Ministerio de la Agricultura en el norteño municipio, quien asegura que los resultados actuales son muestra de un trabajo consolidado durante años.
"Nosotros aplicamos el producto en huertos, parcelas y organopónicos y estamos en condiciones de ofertarlo a los productores a través de la granja urbana. También podemos incrementar nuestras producciones".
La fertilización orgánica resulta indispensable para el desarrollo de la agricultura en Cuba porque, además de sustituir importaciones de productos químicos, protege al medio ambiente y favorece la obtención de cosechas más saludables para el consumo humano.
