Las Tunas.- Aprovechar los recursos locales para alimentar el ganado, y hacerlo con la aplicación de la ciencia y la tecnología, es un reto para Juan Miguel Leyva Fidalgo, asociado a la cooperativa de créditos y servicios José Manuel Rodríguez, del municipio de Jesús Menéndez.
Durante su exposición, en el XXII Fórum de Ciencia y Técnica de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) de la provincia de Las Tunas, habló de metas y realidades, sacó cuentas y demostró que sí se puede incrementar la producción de alimentos, con astucia y esfuerzo.
Multiplicar los cerdos de capa oscura, moler plantas proteicas y forrajeras y generar fuentes de empleo digno son parte de esos propósitos que redundarán en su familia y en la unidad productiva; pero también en el resto del territorio y en el país, que es lo que se pide actualmente a los campesinos.
Su ponencia fue una de las 13 presentadas, luego de un amplio proceso en las organizaciones de base de la ANAP, con más de 515 investigaciones, y de los eventos de carácter municipal, siempre cumpliendo las medidas indicadas para evitar contagios con el nuevo coronavirus.
En el encuentro, todos los temas redundaron en el incremento de los indicadores productivos, tanto en la agricultura como en la ganadería, la protección del medio ambiente y el mejoramiento de los suelos, con la aplicación de determinados productos naturales.
En ese sentido sobresalieron los estudios referidos a la obtención de humus de lombriz mediante técnicas tradicionales, la siembra de canavalia para devolver los nutrientes que el suelo pierde por la erosión y el uso del carbón vegetal para mejorar la fertilidad de la tierra.
También, la innovación en el desarrollo de la agricultura de conservación, el tejido de diversos artículos con las fibras del jacinto de agua, la aplicación del estiércol vacuno para multiplicar los rendimientos de cebolla, la producción de bloques nutricionales para el ganado y la de frijol con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos.
La ANAP del territorio tunero se suma a la sabia decisión de llevar la ciencia y la Agroecología a los campos, dos elementos claves para salir adelante en medio de un difícil contexto, marcado por la crisis sanitaria internacional y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense contra Cuba.
Ambas alternativas, junto a las 63 medidas que adoptó el Estado cubano para impulsar la recuperación ganadera y la producción de cultivos varios, pueden devolver la eficiencia a las unidades productoras de la provincia y, por consiguiente, proveer de más alimentos a las familias del territorio.
Comentarios
Este libro aporta un mejor conocimiento de la flora frutícola cubana, así como de la reproducción de muchas especies escasas, desconocidas o apenas conocidas por sectores mayoritarios de la población cubana. Seguramente esos productos serán muy bien recibidos y aprovechados por el pueblo tunero en una alimentación sana y variada.
Suscripción de noticias RSS para comentarios de esta entrada.