proyecto IRES
Las Tunas.- El Proyecto Incremento de la Resiliencia Climática de los Hogares y Comunidades Rurales a través de la rehabilitación de paisajes productivos en localidades seleccionadas de la República de Cuba se fortalece por estos días en Las Tunas.

Esto es posible por la realización del taller provincial sobre uso y manejo de prácticas agroecológicas en sistemas forestales, agrícolas y ganaderos, en el que se intercambian experiencias del manejo de plagas, las posibilidades de las fincas para el desarrollo del turismo rural y la integración familiar en la conducción de todos los procesos.
También se debate en torno a los encadenamientos productivos, la preservación y el mejoramiento de los recursos naturales, la transformación de áreas con baja fertilidad y la economía circular, que no es producir, usar y tirar, sino usar, reutilizar y reciclar.
En esta oportunidad se reúnen beneficiarios, profesores de la Universidad local y representantes de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales y la Asociación Cubana de Producción Animal, entre otras entidades del sector agropecuario.
Eduardo Infante CostaSegún Eduardo Infante Costa, coordinador del proyecto conocido como IRES por sus siglas en inglés, el financiamiento es del Fondo Verde para el Clima, implementado por el Ministerio de Agricultura y con la asistencia técnica Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.
“En la provincia intervienen 685 productores individuales o de entidades estatales de los municipios de Jobabo, Colombia y Amancio y abarca alrededor de 16 mil 680 hectáreas con altos niveles de infestación de marabú.
“En esas zonas se prevén seis módulos, dos silvopastoriles y cuatro agroforestales, los que comprenden la siembra de plantas proteicas, pastos, bosques multifuncionales y árboles maderables y frutales”.
Por diversas razones todavía no se han recibido los tractores, las motosierras y otros recursos materiales, pero los beneficiarios iniciaron la erradicación del marabú y la siembra de viandas, hortalizas y granos, entre otras acciones para transformar cada lugar.
“Tenemos muchas esperanzas en el proyecto y en las ventajas que se tendrán en estos siete años tanto para la población como para el medio ambiente, porque se recuperan las fincas y las familias aumentan su capacidad adquisitiva, especialmente las mujeres”.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar