Las Tunas.- Mientras enero consume sus jornadas y la Serie de las Américas se acerca en el calendario, a la directiva de los Leñadores le corresponde disipar algunas dudas antes del regreso a la porfía internacional. Los saberes y la voluntad de Rodolfo Correa están centrados en la encomienda de organizar un nuevo cuerpo de lanzadores, con los siete refuerzos y el apoyo de los tuneros en nómina.
“Sin aún una profundización de nombre a nombre, en las reuniones previas con el resto de entrenadores hemos determinado la priorización de los tres primeros juegos, por lo que los otros abridores ocuparían la función de relevistas largos en caso de que lo demandemos”, comentó a 26 el especialista en el área de los serpentineros, luego de vencer la primera semana de preparación en el estadio Julio Antonio Mella.
En el certero manejo de los brazos ha radicado una de las principales armas de los tricampeones de Cuba; Correa mantiene la apuesta del empleo planificado de cada una de sus piezas en aras de obtener beneficios en común.
“Cuando haces una selección, como nos sucedió, la mayoría de los serpentineros se desempeña como abridores en sus respectivos equipos, por eso debemos reajustar funciones. Todos son lanzadores de primera línea en la pelota nacional, los tenemos caracterizados y cuánto pueden aportarnos en las distintas situaciones”.
Con la disponibilidad de la mayoría de los efectivos en el Balcón de Oriente, las fechas demandan de un aprovechamiento óptimo; en tanto, la obligación de estar al pendiente de la oficialización de los rivales para trazar las líneas de lo que les puede esperar en la lid nicaragüense.
“La diferencia en el estado físico lo hace más complejo, conversamos con cada uno de ellos para darle seguimiento en sus campeonatos provinciales y ligas extranjeras. Hemos enfocado los ejercicios en la potencia porque casi resulta un trabajo directo a la competencia y debemos optimizar las capacidades en pocos días, de ahí la importancia de buscar los comandos y el desempeño contra bateadores”.
El deseo de ganar delata las aspiraciones de los Leñadores, para ello deberán encontrarse con su mejor versión de juego sobre la grama y sobre todo con esa armonía grupal que se ha convertido en bandera para la nómina de Abeysi Pantoja. Por su parte, el picheo, sin muchas alabanzas a su alrededor, pretende ser puntal en los momentos apremiantes, como mismo lo ha sido en las postemporadas criollas con menores credenciales, pero sí con la convicción de imponerse a los desafíos.