Las Tunas.- Aferrado a la cima oriental en el Torneo Apertura del fútbol cubano, el once de Las Tunas recibe este sábado a Holguín con varias cosas en juego: en primer término, la preservación del liderato; luego, el invicto de su puerta tras 270 minutos imbatida; y, finalmente, la certeza de que el grupo dirigido por Éder Bood ha aprovechado al máximo todo un año de receso para plasmar sobre la cancha cada una de las ideas de su entrenador.
Los tuneros vienen de sumar siete puntos de nueve posibles, con victorias de 2-0 ante Camagüey (en el debut) y 1-0 frente a Sancti Spíritus, el sábado anterior, además de un importante empate sin goles en Guantánamo ante los llamados Titanes del Guaso.
Es cierto que el equipo que suele vestir de verde no tiene ninguno de esos apelativos rimbombantes, al estilo de los Diablos Rojos de Santiago de Cuba, los Miuras camagüeyanos o los Tiburones de Ciego de Ávila. Sin embargo, ha mostrado hasta ahora algo mucho más importante: cierta inclinación a convertir en seña de identidad el derroche físico, la presión por toda la cancha y la solidaridad entre cada una de sus líneas de juego.
Todo eso, adornado por una fe irrenunciable en el éxito, la misma que le permitió la semana anterior al internacional Juan Andreus Milanés romper el empate ante la escuadra espirituana, nada menos que a los 93 minutos de juego, cuando solo restaban 120 segundos de tiempo en el cronómetro del árbitro principal.
Victorias como esa o la muy contundente de la primera fecha frente a Camagüey, y empates como el conseguido en la siempre exigente visita a Guantánamo (allí perdió 2-0 el favorito elenco santiaguero), pueden aportar mucho en el proceso de forja de un equipo mayormente joven, que apela al grupo antes que a lo individual, si bien tiene sobre la cancha a referentes como el propio Juan Andreus, o los defensores Sandro Cutiño y Leandro Pérez.
Pero, como todo tránsito hacia la madurez, el novel elenco tunero tendrá que ir ajustando poco a poco su maquinaria. En todo caso, Éder Bood no posee una fórmula mágica y puede suceder que un día la pelota no quiera entrar, como en la primera mitad ante los espirituanos; o que el rival les supere en varias fases del juego, como aconteció hace ya 15 días en la capital guantanamera.
El torneo apenas está comenzando y todavía quedan 11 jornadas, con pruebas complicadas como las que representarán los conjuntos de Santiago de Cuba y Ciego de Ávila, pero lo cierto es que más allá de resultados puntuales se agradece observar una idea bien concebida, un plan táctico definido: “tocar el balón, salir jugando desde atrás, abrir el juego por las líneas”, como lo define el propio DT de Las Tunas.
En medio de este contexto, el partido de este sábado se antoja una gran oportunidad de dar un paso más hacia la clasificación al Torneo Clausura. Las Panteras de Holguín llegan al Balcón de Oriente con apenas un punto conseguido, sin goles marcados y con cuatro permitidos.
Ciertamente, no habrá exceso de confianza del lado local, aunque los de verde y blanco saldrán con clara etiqueta de favoritos para sumar otros tres puntos y afianzarse en la cima de la llave oriental.
En el resto del programa de la cuarta jornada, sobresale el duelo de sublíderes que protagonizarán Camagüey y Santiago de Cuba, al tiempo que Guantánamo recibirá a Ciego de Ávila y Granma a Sancti Spíritus.
Detrás de Las Tunas y sus siete puntos se ubican santiagueros y agramontinos, ambos con seis. Guantánamo acumula cinco unidades en el cuarto puesto, por delante de Granma y Ciego (4). Holguín (1) y Sancti Spíritus (0) cierran la llave B del torneo.
