Las Tunas.- “La primera vez que llegué a la Notaría, a las 7:30 de la mañana, pedí el último y la gente se rió de mí. Me dijeron que cada notario solo atiende a cinco personas por día y ya los turnos se habían dado, que tenía que madrugar frente a la puerta si quería resolver mi trámite esa misma semana”, comenta Ana Luisa, en el propio umbral de la entidad.
Eduardo comparte una “suerte” similar. Lleva ratos detrás de un permiso para que su niño pueda tener pasaporte y la cosa se le complica. “Es burocracia, trabas, malestar. Y aquí mismo he escuchado que hay negocios alrededor de estos papeleos, pero sobre todo mucho amiguimismo; eso sí lo he visto yo”, enfatiza.
Lo cierto es que aparejado a la ola migratoria que sacude al país desde los últimos años, las sedes notariales han experimentado un crecimiento sustancial en la afluencia de público, en busca, principalmente, de poderes notariales, autorizaciones, compraventas...
MUCHA DEMANDA, POCOS RECURSOS
En el municipio de Amancio se reciben cada día más de 40 personas para solicitar hasta 200 documentos. Majibacoa, por su parte, tiene digitalizado todos los asentamientos registrales, y se responden las peticiones que entran por las plataformas sin demasiado contratiempos. Allí es más sencillo enfrentarse a cualquier gestión de este tipo. Esa localidad tiene la característica de poseer dos registros civiles, uno en Omaja y otro en Calixto.
También hay “respiros” en “Jesús Menéndez”. Llegan diariamente de 15 a 25 solicitudes; ese rango permite atender al ciento por ciento, y en los términos establecidos.
Aun así, Arianna Yee Martí, directora de Justicia en ese territorio, asegura que “han mejorado en la organización del trabajo y el escaso flujo facilita la labor, pero existen carencias de equipos informáticos que pudieran agilizar el proceso”.
La peor parte de esta historia la cuenta la localidad cabecera, donde se recepcionan -jornada tras jornada- hasta 200 usuarios desde que inició el 2023. Para contrarrestar la situación, se trazó como estrategia entregar citas y evitar los tumultos, pero el panorama dista mucho de estar aplacado.
Pedro Gómez Velázquez, director municipal de Justicia en el instante de la entrevista -y que en estos momentos está por asumir otra responsabilidad-, aseguró a 26 que la entidad labora incansablemente en la búsqueda de soluciones más certeras. “Nuestro objetivo es evitar la reventa de turnos y gente durmiendo en los parques. Existen clientes que se niegan a esta idea porque salen beneficiados de los abusos y las ilegalidades, pero son los menos.
“Hoy, ya logramos que la mayoría entienda que esta es la mejor manera de manejar tal escenario, y seguimos pensando en cómo hacerlo más viable para la población y, a la vez, para nuestros profesionales.
“En ocasiones tuvimos que acudir a los grupos de apoyo del Gobierno por la afluencia desmedida, no se podía abrir la puerta; incluso, hubo días que a las 9:00 de la mañana no era posible iniciar el servicio por cuestiones organizativas.
Gómez Velázquez añade que el incremento de las peticiones de documentación llegó este año primero con el nuevo programa de parole de la Administración de Joe Biden. Luego, cuenta, las aglomeraciones crecieron tras conocerse la aprobación por el Senado español de la Ley de Memoria Democrática que les exige a los interesados determinados papeles probatorios. (VEA AQUÍ TEXTO COMPLETO DE LA LEY)
Dicho texto legal, vale acotar, estableció la posibilidad de adquirir la nacionalidad española a “los nacidos fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente hubieran sido españoles, y que, como consecuencia de haber sufrido exilio por razones políticas, ideológicas o de creencia o de orientación e identidad sexual, hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española”; o para “los hijos e hijas nacidos en el exterior de mujeres españolas que perdieron su nacionalidad por casarse con extranjeros antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978”.
“Se han recibido en este recinto notarial a pobladores que vienen desde Santiago de Cuba, La Habana y otras provincias, y hasta provenientes de países como México, en busca de documentos, porque nacieron en Las Tunas y les dimos respuesta, unas veces por el sistema de registro civil y otras por la plataforma Bienestar, pero se logró”.
Ante el incremento de la demanda de trámites legales, predominan las rutinas multiplicadas sin el debido respaldo logístico. El directivo explicó que actualmente tienen problemas con la tecnología, acentuados con el aumento de personal.
“Hablamos de muchas máquinas dañadas y carencia de impresoras, lo que exige más esfuerzo a la hora de trabajar. A todo eso se suma la falta de fuerza laboral; una cuestión clave, ya se realizaron las pruebas de habilitación y estamos en espera de incorporaciones”, explicó Gómez Velázquez.
Justamente, de cómo era asumir prácticas tan extenuantes y otras dudas que la población manifiesta sobre su gestión, 26 quiso hablar con los notarios de la sede del territorio capital, pero solo encontró negación a ese diálogo.
SUBSANANDO ERRORES
Lunes, miércoles y viernes se admiten en dicha Notaría las nuevas solicitudes; mientras, martes y jueves atienden las peticiones ya realizadas y se hace la entrega y firma de los legajos. Una distribución que pretende aliviar la concentración de personas.
En reciente visita a Las Tunas, la viceministra de Justicia, Pilar Alicia Varona Estrada, señaló que resultaba una violación darles tratamiento en el mismo inmueble a los procesos de solicitación de antecedentes penales y los notariales, como ocurría aquí en el momento de su recorrido. En tal sentido, la Dirección Municipal de Justicia decidió trasladar los requerimientos de antecedentes penales a un local en la primera planta de la Dirección Provincial.
“En el caso del Registro Civil, la afluencia igualmente está muy por encima de lo que podemos atender -ilustró Pedro Gómez Velázquez. Pretendemos crear una oficina para poner allí una registradora que recibiría lunes, miércoles y viernes lo concerniente a ciertos documentos y el resto de las jornadas se ocuparía de las gestiones protocolares, más complicadas, para pasarlas al sistema y aflojar de cierta manera el escollo actual.
“Por otro lado, revisamos el número de trámites por usuario, allí acudían algunos a hacer de 15 a 18; lo redujimos hasta cinco per cápita. Eso ha impactado positivamente en la organización, pero seguimos en desventaja”, confirmó.
Cada día, en ese enclave del municipio cabecera ingresan alrededor de 80 solicitudes. Con la aplicación de los nuevos mecanismos procesan unas 40 y las restantes pasan a cita para el próximo.
RESPALDOS NECESARIOS
Las voces desde Justicia enfatizan que para hacerle frente a esta alza de la demanda de gestiones se requieren apoyos tangibles y, sobre todo, un tratamiento multisectorial y que involucre a las principales autoridades del territorio.
Varios de los pasos dados han permitido ya no ver clientes durmiendo en los parques o profusas colas nocturnas o de madrugada, pero la situación está lejos que alcanzar una solución definitiva. A esta ecuación debe sumarse el respaldo tecnológico, así como un incremento de la fuerza laboral. Se han tomado medidas, pero siguen faltando respuestas rápidas que resten malestar a aquellos que, por necesidad, deciden enrumbarse tras estos entuertos legales. Asimismo, leyenda urbana o no, lo cierto es que la oreja peluda de "don dinero" sigue haciéndole sombra a la limpieza moral del proceso, viniendo esa sospecha de múltiples focos, y no solo hablamos de los ya clásicos revendedores de turnos.
Y si alguien tiene dudas de que los dilemas no han acabado, solo tiene que conversar con los que esperan, tal cual lo hizo 26, que regresó a la larga fila. Allí, ahora encontramos a Yaimé, ella es doctora y refiere que el tiempo que toma hacer una documentación no es compatible con su horario de trabajo. “Vine un día en la madrugada y marqué temprano, quería solicitar el permiso para hacer el pasaporte de mi hija. Cuando abrieron supe que solamente atendían a los primeros 20 de la lista.
“Entonces me anoté para una fecha en específico, eso fue un fin de semana y cuando regresé, un martes a las 8:00 de la mañana, pude pasar y a los 15 días recogí lo que necesitaba, pero fueron, ciertamente, 15 días de morir”.
José Miguel, estudiante de Medicina, ha vivido lo suyo tras la declaratoria de herederos que requiere su esposa. “Dicen que la cola ha mejorado, pero no es la impresión que tengo porque yo mismo he escuchado, en el mes y medio que llevo viniendo, cómo se sacan turnos 'por la izquierda’. Es cierto que cada cual trata de solucionar su problema, pero estamos los que no contamos con ese dinero porque pagamos 1500 pesos para que nos cuiden a los hijos…; y hacer un trámite se ha convertido en una batalla. También aquí he visto muy poca solidaridad entre la gente”.
Como ve, lector, esta saga promete otras “temporadas”, le daremos seguimiento.