Las Tunas.- Más de 700 estudiantes han dejado las aulas de las universidades de Las Tunas en el actual calendario docente, lo que constituye el principal problema que deben resolver esos centros de altos estudios en las próximas etapas.
Al analizar el desempeño de la Educación Superior en el territorio, el Buró Provincial del Partido indicó profundizar en las causas de esta realidad desde las aulas, por lo que representa para Las Tunas la cantidad de profesionales que se dejan de formar por tales razones.
En la Universidad de Ciencias Médicas han abandonado sus carreras 535 educandos; y el panorama crece en tensión porque 285 profesionales dejaron sus estudios de posgrado y 53 profesores causaron bajas del plantel. Mientras, la Universidad de Las Tunas ha visto partir de sus clases a 191 alumnos.
Los bajos índices de retención escolar no tienen a la migración como la fuente principal, por cuanto la mayoría de los jóvenes siguen en la provincia, pero en otros sectores que les permiten una mejor solvencia económica. Ese dato ofrece una idea de la influencia de la actual situación del país, la escasez de recursos en las escuelas, las carencias en las residencias estudiantiles y las dificultades con la alimentación.
La dirección política del territorio reconoció que en el proceso de formación en ambos colegios hay deficiencias, sobre todo, en el aprovechamiento del estudio individual; existe desmotivación en determinadas disciplinas académicas y falta de exigencia por parte de algunos maestros, aunque en sentido general se avanza en la calidad del proceso docente educativo.
No obstante esos indicadores desfavorables, el miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Las Tunas, Manuel Pérez Gallego, ponderó el hecho de contar con universidades que constituyen un orgullo para la sociedad a la cual representan.
Indicó alcanzar mayor preparación desde los propios consejos de dirección de cada institución, de las estructuras de las facultades, en aras de poder enfrentar los nuevos retos y dinámicas que impone hoy la sociedad, para lo cual se cuenta con capacidad intelectual. Sobre todo, pidió profundizar en las causas de quienes han abandonado sus estudios y se encuentran trabajando en otros universos, por cuanto su proyecto de vida no lo ven en la Universidad, pero sí dentro del país.
Como elementos positivos, en los análisis incluyeron que la composición académica de los claustros se ha elevado con el cambio de categoría docente y de otros profesionales que, además, cursan maestrías y doctorados; y ambos centros avanzan en la implementación de sus estrategias de calidad.
