3. Héctor Silva ha enseñado a sus hijos a ser ganaderos Foto Maikel Rivero TunasVisiónHéctor Silva ha enseñado a sus hijos a ser ganaderos.

Las Tunas.- La Posta es una comunidad del municipio de Majibacoa llena de pastos, reses y cultivos, de campesinos que le hacen un monumento al surco, a las vaquerías y a los potreros.

Es difícil encontrar tierras vacías allí. En cada uno de los pedazos que conforman el lugar hay productores entregados por completo a la vida dura del campo, desafiando el sol y la lluvia, levantados mucho antes del amanecer y cumpliendo jornadas que se turnan al anochecer para evitar el robo.

En ese desafiante bregar la familia Silva García es protagonista. En su finca, dedicada a la ganadería, el padre Héctor Silva, y sus dos hijos Héctor de Jesús y Fernando de Jesús Silva García, no le dan tregua al tiempo, y sus reses crecen saludables por el amor con el que son tratadas, y de ahí los altos volúmenes de leche y carne que entregan cada año al Estado.

Los dos muchachos se fueron un día a cumplir con el Servicio Militar Activo, aunque en etapas diferentes, pero los dos, cuando concluyeron su preparación en el ejército, recibieron la opción de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de obtener tierras ociosas en usufructo, y como la tierra llama regresaron a la casa que los vio nacer y agrandaron la extensión de la finca y aumentaron la masa vacuna.

2. Héctor de Jesús Silva García siente orgullo por ser campesino Foto Maikel Rivero TunasVisiónHéctor de Jesús Silva García siente orgullo por ser campesino.Héctor de Jesús tiene 29 años de edad y es el mayor de los hermanos. Es un joven feliz, plenamente, según sus propias palabras.

“Me siento bien aquí con la familia, trabajamos todos unidos y muy estimulado con las tierras en usufructo que me fueron entregadas por las FAR. En estos años han sido muchos los beneficios y ese siempre fue mi sueño y una línea que tuve desde pequeño y hoy me siento muy orgulloso de ser campesino”.

Fernando de Jesús es muy intranquilo, quizás por sus 24 años. Él siempre está en alguna tarea de la finca, y cuando tiene un tiempo libre se va a pescar a una presa.

“Mi vida es la ganadería. Me siento satisfecho porque como mi hermano siempre cumplo con los planes de leche y en eso de andar con vacas y terneros se me va el tiempo sin darme cuenta. En el ordeño no hay quien me eche un pie. Soy rápido de verdad, tengo una gran agilidad en ese trabajo”, y mira al papá, que a su lado asiente y pondera lo que dice.

El padre, Héctor Silva, es un hombre noble y sabio en eso de empujar la ganadería, porque sus conocimientos los pone en práctica para definir las razas destinadas a la carne y la leche, con la preservación de un solo macho en cada caso para mantener la pureza de la masa.

“Nosotros nos decidimos por la ganadería porque nos gusta. Con mis hijos trabajo muy unido, como una cooperativa. Yo les he enseñado todo lo que sé por los años que llevo en esto, y me siento orgulloso de ellos, pues además de ser buenas personas son excelentes ganaderos, y tengo que pegarme duro con ellos”.

Es esta una familia que desde la humildad y la entrega por lo que hacen da su aporte a la ganadería de esta provincia, con la producción de leche y carne que entregan al Estado para beneficio de la población.

1. El desarrollo de la masa vacuna es el objetivo principal de la familia Silva García Foto Maikel Rivero TunasVisiónEl desarrollo de la masa vacuna es el objetivo principal de la familia Silva García.

 

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