Las Tunas.- De nuevo los servicios y producciones secundarias les sacaron las castañas del fuego a la Empresa de Aceros Inoxidables (Acinox) de esta provincia del oriente cubano durante el año pasado, en un claro testimonio del saldo alentador que puede dejar explorar nuevos caminos cuando en una entidad estatal socialista se deprimen sus fuentes tradicionales de ingresos.
Aunque en menor medida, en el 2023 Cuba continuó afrontando dificultades con la generación de electricidad y la disponibilidad de diésel, por lo que una vez más mantuvo apagados los hornos de su acería más de 180 días y otros 80 a sus máquinas de laminación. No sorprende entonces que tanto en la producción de acero líquido como del terminado quedaran muy lejos de sus planes trazados, incluso, con cifras peores que las registradas en el 2022, un año que ya había sido negativo para sus guarismos productivos.
Sin embargo, el panorama les ha sido totalmente distinto en lo relacionado con las producciones derivadas de la elaboración de las barras corrugadas, de palanquillas, de las plantas industriales, de la acería, así como en los servicios prestados de mantenimiento y los técnicos y profesionales. “Tuvimos que rediseñar nuestra estrategia y aplicar una de recuperación económica”, explicó Onis Ramón López Caballero, director general de Acinox Las Tunas. De hecho, destacó, si en el 2022 eran muy pocas esas producciones secundarias en condiciones de comercializarse como tales, en el 2023 alcanzaron los 68 productos de este tipo.
Los resultados hablan por sí solos, pues en la mayoría estos volúmenes o cantidades numéricas sobrepasaron o bien quedaron muy cerca de las cotas planificadas. Y eso se notó positivamente en el balance financiero de Acinox Las Tunas, al punto de que representaron casi la mitad de todos sus ingresos a lo largo del año. También, subrayó López Caballero, repercutieron para bien en empresas e instituciones tan diversas como la Salud, la Educación, la Energía y la Industria Alimentaria, tanto de la provincia como de otros territorios del país.
Cuba va por la reactivación de su economía, pero mientras esas medidas surten efecto poniendo un signo de interrogación de si habrá la energía eléctrica suficiente para producir el acero programado aquí, esta empresa tunera pone sus ojos de cara al 2024 en continuar diversificando su cartera de productos y servicios en reglones como los clavos tabacaleros, de puntas ornamentales para rejas y de herraduras. Conscientes de su potencial, planean, asimismo, colocar en el mercado oxígeno embotellado a máxima capacidad, cal viva ensacada, mordazas de sujeción, insertos para rejas y prestar servicios de roleado de tubos y de carpintería. Además, anticipó su director general, esperan desarrollar la laminación mediante posibles exportaciones en frontera, así como la recuperación de góndolas ferroviarias con recursos propios, a fin de solucionar las dificultades en la transportación de la chatarra hacia sus instalaciones.
A pesar de las nefastas consecuencias que sobre el colectivo sigue teniendo la paralización de sus principales producciones, al punto de perder unos 200 trabajadores de un año a otro, en el 2023 Acinox Las Tunas no retrocedió en su apuesta por la superación de su capital humano. En ese sentido, firmó cuatro convenios con las universidades de Las Tunas, Moa, Oriente y de Las Villas para satisfacer las demandas de formación de su fuerza técnica calificada, además de la producción, ciencia y tecnología.
Al unísono, no se detuvo en el desarrollo de proyectos de innovación y desarrollo tendientes al aprovechamiento de las escorias negras resultantes del proceso de elaboración de acero, la creación de un método para determinar el espesor del revestimiento refractario en el horno de arco eléctrico, la adaptación del valor deseado de la temperatura en el horno del Laminador 200-T y uno que modela una probable utilización de las colas niquelíferas de Moa y Nicaro, como fuente de materia prima para la Industria Siderúrgica cubana.
Sin bien pasará todavía algún tiempo para que estos proyectos lleguen a concretarse, el que durante el pasado año ninguno de estos se detuviera completamente evidencia la determinación de este colectivo por sentar las bases de su desarrollo en el más largo plazo.
El fomento de una finca para el autoconsumo de alimentos y la construcción o reparación de viviendas para sus trabajadores son propósitos a corto plazo de la segunda acería y laminador más importante de Cuba. “Contamos con un colectivo de trabajadores preparados, con deseos de echar hacia adelante. No estamos ajenos al proceso que desarrollará el país para eliminar las distorsiones en la economía. Nosotros como empresa nos proyectamos en función de eso”, concluyó.
