Las Tunas.- El papel protagónico de varias unidades productoras de Las Tunas en el rescate de comunidades rurales o poblados va más allá de cosechar cultivos varios o acopiar leche, carne y huevos, pues uno de los principios del cooperativismo en Cuba es el de responsabilidad social.
Así ocurre en la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Elpidio Casimiro Sosa González, de la localidad de Vázquez, cuya junta directiva aprovecha las oportunidades de desarrollo local en aras de diversificar las producciones y ser más útiles para los asociados y vecinos.
Por estos días es notable su aporte en la rehabilitación de la farmacia de ese poblado del municipio de Puerto Padre, un gesto que enaltece los preceptos de la gestión de la entidad y honra las enseñanzas del Proyecto de Apoyo a la Intercooperación Agropecuaria (Apocoop).
Para su mejoramiento, la unidad de Salud tiene un presupuesto superior a los 100 mil pesos; pero insuficiente ante tantas labores que se deben hacer. Por tanto, la CCS asume la obra con parte de sus fondos y los recursos que obtiene en su minindustria de materiales de construcción, gracias al encadenamiento con la Empresa de Aceros Inoxidables (Acinox Las Tunas).
CON LA ESCORIA NEGRA, TODOS GANAN
En muchas naciones del mundo se usan algunos residuos de la industria metalúrgica para la reparación de viales. Esa idea fructificó entre los integrantes de la unidad productora puertopadrense y tras la escoria negra, como se le conoce, establecieron relaciones comerciales con Acinox.
“La cooperativa fue la primera entidad en interesarse por esos desechos y firmamos un contrato para el suministro estable del producto, lo que redunda en utilidad para ambas partes”, tal como expresó el máster en Ciencias Jorge Luis León Hernández, director de Logística, Aprovisionamiento y Venta.
“Le concedemos una gran importancia a este encadenamiento productivo porque aplicamos la economía circular, lo que permite que otras empresas y formas de gestión no estatal reutilicen los desechos que se generan en nuestros procesos en su beneficio y el de la comunidad.
“En muchas entidades se puede dar solución a diferentes problemas del radio de acción y con ese propósito, la CCS ha sido muy oportuna por la gestión de su minindustria de materiales de construcción, en la que se obtienen cemento alternativo y otros productos, a partir de la escoria”.
HORCÓN PARA EL PROGRAMA DE LA VIVIENDA EN PUERTO PADRE
En los últimos meses, la “Elpidio Sosa” ha consolidado las relaciones con la Dirección Municipal de la Vivienda en el norteño territorio, sin descuidar la atención a los cooperativistas y sus familiares, según Wilmer Espinosa Vargas, presidente de la CCS.
“En coordinación con esa entidad, se hizo un trabajo por los diferentes consejos populares (CP) del municipio, en el diagnóstico de las necesidades más urgentes, para contribuir a erradicar los pisos de tierra. Con satisfacción podemos decir que ya se han beneficiado más de 110 familias”.
Dijo que se ha avanzado más en Maniabón, por la buena acogida que tuvo la idea entre los principales dirigentes del lugar. A propósito, Laureano García Peña, presidente del CP, señaló que el Grupo de Trabajo Comunitario tiene en cuenta la necesidad real de las familias.
Acotó que existe un control adecuado de esos recursos y reconoció la iniciativa de la unidad para resolver problemas presentes en los barrios. Elogió la visión futurista del colectivo y su voluntad de aprovechar recursos de desecho de otra entidad.
Espinosa Vargas agregó que producen varios tipos de gravilla, polvo de piedra y otros renglones con los que se favorecen los asociados. Destacó el interés de crecer en materiales alternativos como bloques y losas para pisos, a pesar de las limitaciones en el traslado de escoria por la falta de combustible.
“Poco a poco hemos demostrado la utilidad del producto y no renunciamos a arreglar los alrededores del parque de Vázquez. Además, hicimos unos 600 metros del vial de acceso a la cooperativa y, a medida en que la gente vea lo que se hace, crecerá la confianza en nosotros”.
UNA FARMACIA MÁS BONITA Y MÁS ÚTIL
La Farmacia de Vázquez se transforma paulatinamente y en esa renovación de su infraestructura están las manos y los ahorros del colectivo de la CCS, empeñado en extender la utilidad de su gestión, más allá de una torta de casabe, un racimo de plátanos o un pedazo de carne.
Luis Carlos Jomarrón Rivero, director de la unidad empresarial de base (UEB) Norte, perteneciente a la Empresa de Farmacias y Ópticas en Las Tunas, reconoció el trabajo de la CCS y dijo que entre las acciones de reparación y mantenimiento sobresalen la colocación de persianas y piso y el resane de paredes.
“También se construye el almacén interno para los medicamentos y un baño y se habilita un área para la conservación de cilindros de oxígeno natural. Esto es muy importante porque en el local se atienden 16 consultorios del médico y la enfermera de la familia, los cuales suman más de 14 mil pacientes.
“Igualmente se mejorarán los programas de dispensarización de medicamentos del cuadro básico, el de Medicina Natural y Tradicional, y el de la muerte digna, a través del cual se garantiza el suministro de oxígeno natural a pacientes que lo requieren”.
Desarrollar obras sociales en bien de la comunidad es una misión de la CCS, la que concretan con el aprovechamiento de los recursos disponibles, la aplicación de la ciencia y la técnica y la determinación de ser siempre útiles para el desarrollo del territorio.
