Las Tunas.- En la comunidad de Villanueva, en el municipio de Las Tunas, la junta directiva de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) José Santiago Ercilla es consciente del protagonismo de la entidad en la alimentación de quienes residen en los alrededores.
Por ello han buscado producciones colaterales, que tienen doble función, para alimentar a la población y nutrir la economía de la cooperativa, según aseguró su presidente, Manuel Concepción Morales. La minindustria Villa Real es uno de los mejores ejemplos.
Por sus calderas y recipientes han pasado diversas frutas y hortalizas que luego -convertidas en postres o conservas- llegan a la mesa de los vecinos. Desde hace algún tiempo, y en aras de diversificar las producciones, apelaron a la caña de azúcar y la aceptación popular fue mayúscula.
Así lo explicó el responsable de la unidad, Juan Carlos Carmona Utra, quien agregó que la sequía, intensa y prolongada, afectó la siembra de fruta bomba y otros cultivos, por lo que decidieron elaborar dos renglones muy codiciados, el guarapo y la melaza.
“En las áreas de la CPA había algo de caña y plantamos más para hacer sostenible la producción, pues el interés de la población fue instantáneo. Incluso, hemos presentado problemas técnicos con los equipos y entre todos buscamos soluciones para no demorar.
“Cada día hacemos entre 200 y 300 botellas de melaza y cerca de 400 litros de guarapo que comercializamos en el punto de venta y en la escuela. Hasta allá lo llevamos, para que los niños no anden en la carretera y consuman la cantidad que deseen”.
Los seis trabajadores de la minindustria ganan el 50 por ciento de lo que producen y por ello siempre encuentran soluciones. Su propósito es mantener los indicadores productivos de calidad y cantidad, un gran reto que enfrentan con optimismo.
“Las tierras de Villanueva son malas para los cocoteros; pero queremos comprar en otras unidades productivas y también sembrar un área mayor de fruta bomba. La idea es conservar un poco de esta melaza para luego hacer cocada, turrones y otros dulces”.
Además del quehacer del pequeño colectivo, la CPA se dedica a la ganadería y en el actual año prevén acopiar alrededor de 100 mil litros de leche, tal como informó Concepción Morales, quien añadió que usan los residuos de la minindustria en la alimentación del ganado.
Acotó que la decisión de la junta directiva es proteger la masa frente al hambre, la sed y el hurto y sacrificio. Además, dijo que los hechos delictivos no ocurren con frecuencia porque en cada jornada realizan el conteo y en las noches se activan las patrullas de vigilancia campesina.