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Las Tunas.- Aunque para todos el reloj marca el tiempo con la cadencia de siempre, el año 2024 va aprisa para los campesinos y trabajadores estatales de la provincia de Las Tunas, empeñados en transformar el panorama productivo local para incrementar la obtención de alimentos.

Ya concluyó marzo, un mes decisivo para el sector agropecuario tunero por dos razones fundamentales: el comienzo de la campaña de siembra de primavera y del ejercicio de control al uso, tenencia y explotación de la tierra, el ganado mayor y los tractores.

Por delante están abril y la demanda de cerca de medio millón de personas que para su nutrición requieren de viandas, granos, hortalizas, leche, huevos, carne, condimentos frescos y frutas, entre otros renglones, así como de pastos y plantas proteicas y forrajeras para el consumo de los animales.

Quienes hacen producir la tierra nunca han pensado en rendirse. Y menos en las circunstancias actuales, en las que se exige que cada hombre o mujer cumpla su encargo social, en medio de muchas dificultades con las inversiones, la tecnología y los insumos.

La brújula es cambiar los métodos tradicionales y solucionar los problemas mediante el trabajo constante e innovador, por lo que priorizan el cumplimiento de varias funciones estatales como el control de la tierra y la masa ganadera, la contratación y el Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar.

El incremento productivo también va unido a una mejor gestión financiera y de la fuerza laboral, por lo que se prevé impulsar los polos productivos, especialmente con la siembra escalonada de 860 hectáreas de plátano por la tecnología extradenso y la atención diferenciada a las plantaciones de yuca.

En la ganadería, los nueve meses que restan al actual calendario serán insuficientes para la recuperación integral de las vaquerías típicas, el incremento de los módulos pecuarios o la siembra de alimento para que los animales puedan comer cuando las lluvias sean solo un deseo.

Apremia también producir humus de lombriz, materia orgánica y el biofertilizante Ecomic ante la carencia de productos químicos para la nutrición de los diferentes cultivos y que, a la vez, protegen los suelos -el más valioso de los recursos- de la agresividad de algunas sustancias.

Entre las tareas urgentes se incluyen una buena gestión de la fuerza de trabajo, la atención integral a los usufructuarios vinculados a las cooperativas y entidades estatales y la formación de técnicos de Nivel Medio y universitarios de especialidades relacionadas con la agronomía, veterinaria y mecanización.

Y, por sobre todas las cosas, lo más inmediato es preparar la tierra para la llegada del período húmedo, enmarcado entre los meses de mayo a octubre, porque en Las Tunas la mayor parte de las plantaciones de cultivos varios carece de sistemas de riego y solo depende de las precipitaciones.

Fácil no lo es ni lo será; imposible, tampoco. Sí se puede mantener la vitalidad de la agricultura y la ganadería, a pesar de las adversidades económicas y climatológicas y de las zancadillas que algunas veces ponen quienes no controlan o exigen a tiempo.

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