Las Tunas.- Jesser Ramos Santiesteban, especialista principal de Seguridad y Salud del Trabajo en la Empresa Eléctrica Provincial, es un cronista de las hazañas cotidianas de sus compañeros, y sus relatos adquieren una fuerza especial cuando trabajan en zonas de desastres para restablecer el vital servicio.
Y en estos días cuenta las riesgosas, largas y agotadoras jornadas que protagonizan los integrantes del contingente Vicente García, quienes en franco desafío a los imponderables del terreno y las lluvias que no cesan dan lo mejor de sí para llevar luz a sitios impactados por el huracán Oscar en el guantanamero municipio de Baracoa.
En uno de los primeros relatos, el 27 de octubre, dice: "En un amanecer nublado, se realiza el mitin (…). Salimos al combate. Se logra por el tren de la UNE restablecer el servicio eléctrico a más de 30 transformadores en la ciudad de Baracoa (…)".
LAS VIVENCIAS... 
Jesser cuenta que el 23 de octubre, cuando llegaron, encontraron un devastador panorama: "Vimos muchas casas sin techos, la infraestructura eléctrica bastante deteriorada… Con su paso lento el ciclón destruyó todo lo que encontraba".
Afirma que la primera misión asignada fue restablecer la línea de 33 kilovoltios que alimenta a los municipios de Baracoa y Maisí, y la zona de abasto de agua, labores que cumplieron en colaboración con el contingente de la provincia de Camagüey.
Han trabajado -y lo siguen haciendo- en terrenos abruptos y en adversa situación climatológica, "el tercer día llovió bastante, afirma, por la entrada de una onda tropical. El terreno estaba saturado y se inundaron muchos lugares otra vez. Ha seguido lloviendo; hemos ido al terreno a adelantar las faenas posibles, evitando los riesgos que abundan.
"Mucho fango y zonas de difícil acceso", enfatiza Jesser. Pero esos obstáculos los han vencido y de esa voluntad pueden dar fe los habitantes de Majayara, Boca de Miel y Las Marianas, lugares con elevaciones que sobrepasan los mil metros sobre el nivel del mar, de caminos muy difíciles.
Los contratiempos no los han detenido, aunque "eso sí, dice, en esas condiciones el trabajo es lento, porque hay que velar por las medidas de seguridad y salud, y poquito a poquito fuimos subiendo y el servicio se ha ido restableciendo".
CON LOS VECINOS…
 La actitud frente al desafío. |
Recuerda que al paso de la caravana, ya en horas de la noche, las personas nos pedían que pusiéramos la corriente rápido; y "nosotros desde los carros les decíamos que confiaran, que el contingente de Las Tunas iba a hacer bien el trabajo y lo más rápido posible".
Jesser elogia el apoyo de los vecinos, "son muy atentos. No nos han faltado el traguito de café, un refresco, y han ido a otros lugares ya con electricidad a buscar hielo para brindarnos agua fría. Cada vez que llevamos la luz a un barrio se oyen los gritos de alegría de las personas, y nos ayudan en todas las faenas que no implican peligros", resume.
